En el espacio final de la exposición el Servicio Geográfico presenta una serie de aparatos de diferentes épocas. Teodolitos de principios del siglo XX hasta equipos más modernos y actuales. Imágenes que muestran procesos de tiempos relativamente cercanos. En las salas del edificio del Ministerio de Defensa se dibujaban los planos en poliéster con expertos que sabían hacer curvas de nivel, otros que estaban especializados en la vegetación, otros en rotulación o en los conjuntos urbanos y otros que rotulaban los planos. El tiralíneas loco, las tintas especiales iban conformando las capas de las hojas del plano 50.000 en base a unos vuelos todavía con sus imperfecciones.
Fotografías que muestran los complejos y esforzados trabajos para ir triangulando un territorio. Las referencias de nivel entre diferentes puntos de la península requerían trabajos de semanas recorriendo caminos y colocando miras que iban acotando diferencias entre puntos.
Visiones generales
La exposición del Elisa Cendrero tiene una parte general que comienza con dos mapamundis uno de la escuela holandesa y otro de la francesa. Planos en los que se combinan los aspectos científicos de exactitud y rigor de la representación y un cierto sentido artístico que convertían a estos mapas en obras de arte. En las cuatro esquinas del plano representaciones de las cuatro estaciones con Proserpina, Ceres, Baco y Plutón con signos del zodíaco. Planos de viajes como el que muestra las rutas de los viajes y descubrimientos del capitán Cook. Un plano que incorpora información astronómica, astrológica y geográfica. Y junto a ellos en la parte superior las 28 caras de la luna y el sol y en la parte inferior los sistemas de Ptolomeo. Como ocurre en muchas de estas representaciones cartográficas todo un tratado de geografía añadido con imágenes y textos.
La cartografía simbólica tiene una representación con la figura de una Virgen que representa el Mundo Hispánico y que recoge las posesiones españolas de mediados del siglo XVIII. Mapas tipo portulario de las costas de Europa y del Norte de África con información de sus costas. Y finalmente mapas de España generales y locales de San Sebastián y La Coruña.
Ciudad Real
La exposición incluye una serie de planos y fotografías aéreas de Ciudad Real que resultan especialmente atractivos para los que conocemos la ciudad. Curiosamente el plano del cardenal Portocarrero de 1681 delineado y grabado por J.F. Leonardo se presenta en la exposición con una cuarta parte del mismo tapado por un escudo, aunque el plano se conserva íntegro en toda su superficie en la Biblioteca Nacional y en diferentes reproducciones. Interesantes grabados en los bordes de este, uno de ellos como vista de Ciudad Real con su perfil exterior amurallado.
Los planos de la Mancha de Tomás López son de una espacial calidad como prueba del excelente hacer de este cartógrafo. Selecciona diferentes fuentes documentales para realizar su síntesis, pero sin realizar trabajo de campo. Un mapa dedicado al conde de Valparaíso. El mapa de la provincia de Ciudad Real de Coello es una minuta incompleta adquirida en 1903 por el Depósito de la Guerra por 45.000 pesetas. La hoja provincial de Ciudad Real no se llegó a editar, aunque sí lo hace del plano de la ciudad que acompañaba a la edición del Diccionario histórico geográfico de Madoz. Planos que incluyen una documentación minuciosa de edificios y datos de la ciudad de mediados del siglo XIX.
La batalla contra los franceses
Un plano especialmente curioso e interesante es el de la descripción de la batalla con los franceses. El plano realizado en 1852 presenta el terreno en el que tuvo lugar la batalla y mediante signos convencionales señala la 1ª, 2ª y 3ª posición de las tropas francesas en azul y españolas en rojo. El plano va acompañado de una Memoria que atribuye la derrota a la falta de premeditación, al desaliento y a la falta de armonía entre los jefes superiores.
El ejército francés llega desde Peralvillo, cruza los puentes de Nolaya y del Emperador y desde allí planteó de nuevo la batalla desde la Atalaya para llegar hasta la puerta de Toledo. Otro plano muestra la zona de la ciudad con la Casa de la caridad y la fortificación que los franceses realizaron en la zona. Un plano de 1810 que recoge una curiosa documentación sobre la zona. Planos que quieren ser testigos de acontecimientos históricos y que describen sucesos como el de esta batalla. En los márgenes del plano de 1810 notas que detallan los frentes de la Tahona y el Hospicio, estado de las cercas, las huertas y la muralla.
Ciudad Real en el siglo XX
El plano de Ciudad Real realizado entre 1909 y 1917 por el comandante de ingenieros don Benito Chías Carbó es especialmente interesante. Un plano que forma parte de la colección de Capitales de España realizados por Benito Chías y que se comercializaba con un folleto que tenía un nomenclátor de calles y edificios públicos. Ya hay un pequeño crecimiento fuera de rondas y la ciudad ha comenzado a crecer en su zona sur en torno a la plaza del Pilar. Este plano, junto con el que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de este momento son dos documentos especialmente atractivos de la ciudad en su desarrollo inicial en el siglo XX.
La parte de la exposición dedicada a Ciudad Real comienza con dos aproximaciones más modernas. Una fotografía conocida como serie B o vuelo americano de 1956 segundo vuelo de cobertura nacional realizado por el Army Maps Service de los Estados Unidos en colaboración con el Servicio Geográfico del Ejército y el Instituto Geográfico Nacional. La segunda fotografía es de 2017 y pertenece al Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA) que tiene como objetivo la obtención de ortofotografías de todo el territorio español que se actualizarán cada dos o tres años. Una calidad de resolución alta que permite tener una información para servicios urbanísticos y de ordenación del territorio.
Dice Schlogel que leer ciudades es una metáfora hermosa pero poco atinada porque las ciudades son documentos sui generis no textos. Leer ciudades tiene más bien algo de medir fuerzas, de duelo. Pero en ese medir fuerzas es bueno tener un plano que nos oriente y nos guíe.