En sus primeros pasos como muchos artistas, bucea en varias formas y tendencias hasta elegir la suya, que se decanta por un estilo muy personal dentro del realismo.
Si al principio de su vida artística, su paleta es armónica, con el tiempo se hace generalmente oscura, tétrica, de penumbra y de claroscuros, a veces con colores limitados, desarrollando efectos visuales de contrastes de luz y relieves.
Estilo propio
Tras una exhaustiva investigación y experimentación en las artes plásticas a través de los años, se manifiesta ya con una forma muy personal de plasmar en los lienzos, lo que va a ser definitivamente su estilo madurado, consiguiendo una forma personal e intransferible que se impone, para reflejar los sinsabores de la vida, lo onírico, los enigmas, los sueños, las máquinas y sobre todo la cultura de la vida.
Otras veces el mismo autor es el tema de sus cuadros o lo comparte con los amigos. Porque sus obras hablan mucho de su vida y de la de los demás, demostrando su interés por los problemas y bienaventuranzas.
En su forma de hacer, en la que insistimos es de un realismo exacerbado, sin embargo por los temas expuestos, deja entrever cierta tendencia surrealista.
Breve historial artístico
Luis Ibáñez Segoviano, (Alcázar de San Juan, 1969. Es descendiente de una familia de pintores y mecenas. Recibe las primeras clases de Dibujo por herencia materna de Belén Segoviano, que le inició directamente en el mundo artístico.
Hay que reconocer que en principio es un artista autodidacta, aunque haya tratado de ampliar conocimientos pasando por las academias. De esta forma en la década de los “80” ingresa en la Escuela de Arte “Antonio López” de Tomelloso, donde cursó 3 años.
Posteriormente completa el Bachillerato Artístico en la especialidad de Dibujo Publicitario en la Escuela de Arte Superior de Diseño de Valencia, durante dos años.
Su formación autodidacta le ha formado exhaustivamente, alternándolo con el diseño publicitario y la decoración de grandes murales.
Como muchos artistas marcha a Francia entre los años 2011 y 2014, para cultivarse de la influencia artística parisina y realiza obras de encargo.
Alimentado de la cultura artística del país vecino, en 2014, decide volver a España con más fuerza que nunca dándole un gran impulso a su obra, iniciando un proyecto que él artista llamará “paisajes Inquietantes, que se hizo público con una muestra en la Sala del Patronato de Cultura de la ciudad alcazareña.
Su historiografía artística es bastante amplia, ha expuesto colectivamente y seleccionado en numerosas muestras artísticas e individualmente en una quincena y sus obras se encuentran repartidas por España, Francia, Portugal, Italia y EEUU. También ha recibido varios Premios y Galardones.
Enrique Pedrero Muñoz es crítico de arte
