El desenlace final (1940-2019)
Como hemos visto, desde 1897 la Fábrica de Arrarte ya está instalada en Tomelloso y como consecuencia también su familia pasaba temporadas en esta ciudad; la muerte de su hija María y la presencia de algunos de sus hijos son una prueba de ello. ¿Pero qué ocurrió con el negocio de la fábrica de alcoholes? Si bien entre 1944 y 1946 todavía se menciona en el Padrón Industrial de Tomelloso a uno de sus hijos, Antonio Arrarte Uriarte, ya no aparece por ningún lado el pago de la contribución industrial por la Fábrica de Arrarte y Compañía. Esto no quiere decir que no permanezca activa sino que posiblemente desde 1940 se exima de pagar este impuesto a nivel local pero sí se hace al gobierno central o en Bilbao por una nueva ley del gobierno de Franco.
En 1953 un catalán, Antonio Fábregas Montpeó, absorbe la Fábrica de Arrarte y Compañía. Es en ese mismo año cuando en el BOE número 343 (9 de diciembre 1953), se puede leer lo siguiente respecto a otra compañía alcoholera de la ciudad: “ORDEN de 9 de octubre de 1953 por la que se autoriza a la entidad Vinícola Alcoholera Manchega, S.A. fabricantes de alcoholes establecidos en Tomelloso, para centralizar en la Subdelegación de Hacienda de Jerez de la Frontera el pago del impuesto correspondiente al alcohol que salga de dicha fábrica […] Visto el artículo 103 del Reglamento de Alcoholes”; por mucho que hemos buscado no hemos podido encontrar este artículo del Reglamento de Alcoholes de la época de la dictadura franquista.
O sea, ya Antonio de Arrarte no es el propietario de la Fábrica. Detrás de él ha dejado una estela de lazos familiares en Tomelloso pero, desafortunadamente, uno de esos parientes, Carlos Arrarte, que sigue vivo y que podría habernos aclarado bastantes detalles sobre cuáles fueron las relaciones de los Arrarte con Tomelloso hasta nuestros días, se ha negado a ponerse en contacto con nosotros. A pesar de que no podemos sino respetar su decisión, es una pena que lo que podría ser una valiosa aportación a la intrahistoria de la sociedad de Tomelloso se pierda para siempre.
En el 2006 Alcoholera de La Mancha S.A. (Alcomasa) absorbe la antes conocida como Vinícola Alcoholera Manchega S.A. y después, en 2014, se fusiona con la compañía de Jerez González Byass, hasta hoy que se conoce como “Bodega las copas” en parte propiedad también de Andrew Tan, de Filipinas, conocido como el Grupo Emperador.
En todo esto proceso y cambios de propietarios hubo una víctima de la historia local: para construir Alcomasa se destruyó un hermoso edificio, la Finca Mirasol de la que era propietario el famoso “El Obrero”, Francisco Ramírez. Nada de extrañar porque a través de los años la destrucción sistemática y masiva de viviendas y de edificios emblemáticos de Tomelloso ha sido parte de la falta de un respeto mínimo por el patrimonio industrial y civil de esta ciudad. Por suerte se han preservado una buena parte de las chimeneas de la industria alcoholera y de algún que otro edificio; este es el caso de la chimenea que construyó Antonio Fábregas Montpeó en la ya existente Antonio de Arrarte y un edificio industrial que es el más alto de Tomelloso conocido como la torre de Arrarte-Fábregas.
Esperemos que el proyecto para esta torre industrial, diseñado por Santiago Arroyo y redactado por Ricardo Ortega, pueda ver la luz algún día. Reproduzco aquí parte de la introducción de dicho proyecto (el texto es de Ricardo Ortega):
Edificio del año 1964, compuesto de planta baja y tejado, destinado en su origen a alambiques y destilación de alcoholes para la empresa ALCOMASA (Alcoholera de la Mancha S.A., construido bajo la gerencia del señor Félix Ortega Jareño). 36 metros de altura, 21 metros de longitud por 12 metros de anchura. Posee una cueva con tinajas para el almacenamiento de vinos de 80 metros de longitud por 6 metros de anchura. En su azotea se encuentra un Vértice Geodédiso construido en 1990, cuyo pilar es de 1,20 metros de altura y 0,20 metros de diámetro. La chimenea anexa es de planta octogonal, 40,5 metros de altura y de 1,30 metros cada lado.
Con el objetivo de aunar arte, cultura, patrimonio e historia en un incomparable marco industrial, surge el proyecto La Destiladora, Tomelloso (España): Centro de Interpretación del Patrimonio Industrial Alcoholero, Centro de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha y Fábrica de Creación, instalado en una torre de destilación. Se construirá un elemento dinamizador cultural de alto impacto en materia económica dentro del área del turismo cultural, en una comarca muy desfavorecida por las consecuencias de la crisis financiera, a través del equilibrio entre tradición y vanguardia, entidades públicas y privadas, artistas y colectivos, con la sostenibilidad por bandera y la adaptación a las necesidades del entorno.
Si finalmente se realiza este proyecto, sin duda enriquecería la vida cultural de Tomelloso y atraería a no pocos visitantes nacionales y extranjeros. Pero este ya es otro cantar que se aleja de los límites de la nueva edición de Tomelloso en la frontera del miedo (Historia de un pueblo rural: 1931-1951) que se publicará en la editorial Almud durante el otoño de este año.
Lo que empezó con el hallazgo azaroso de un libro de cuentas de la Cooperativa de Pequeños Colonos “La Protectora” (1936-1939), ha terminado siendo una aventura casi novelesca para nosotros. La saga de la familia de Arrarte es de por sí lo suficientemente atractiva como para seguir ahondando en este tema. No obstante, y a pesar de que estoy convencido de que esta familia fue muy influyente en la vida social de Tomelloso, tenemos que cerrar aquí este micro capítulo de nuestro pasado. Quizás algún día uno de los últimos eslabones de la cadena, del que tenemos noticia que vive todavía, Carlos Arrarte, decida contarnos el devenir de esta historia; Tomelloso entero se lo agradecería.
Nota:
[1] Ricardo Otega Olmedo, “Estudio de las destilerías y las bodegas en Tomelloso”. Plan Museológico del Proyecto La Destiladora (FIBICC, Fundación Iberoamericana de las Industrias Culturales y Creativas), 2016. https://ladestiladora.net/