Es el nuevo salario mínimo profesional que Pedro Sánchez ha aceptado y firmado esta mañana entre otros puntos y digo aceptado porque según ha trascendido, el Presidente del Gobierno se ha limitado a firmar la propuesta de Iglesias: “Nos la cogen entera”, celebraban los podemitas.
Novecientos euros de salario mínimo interprofesional, lo que supone un aumento del 21% sobre el anterior. ¿Mucho, poco, suficiente? Si nos fijamos en la cantidad, no parece que sea algo como para tirar muchos cohetes; si lo hacemos mirando al porcentaje, se antoja brutal.
Para aquellas personas que tengan ingresos en torno a esas cifras, menos de mil euros, la noticia habrá sido comprensible y felizmente recibida. Porque con setecientos cuarenta euros al mes, tal y como están las cosas no parece que se pueda llegar dignamente a fin de mes, aunque con novecientos me temo que tampoco.
Dicho esto, hemos de pasar inmediatamente a preguntar quiénes van a ser los paganinis y la respuesta una vez más, nos dice que los de siempre, los empresarios, todos los empresarios, no solamente los pérfidos propietarios de grandes empresas, sino los medianos y pequeños empresarios que trabajan codo a codo cada día con aquellos que tienen en nómina.
Profesora de inglés
Yo particularmente estoy feliz. Mi hija Graduada en Traducción e Interpretación, profesora de inglés en el máximo nivel C2, no llega a ochocientos euros al mes en los nueve meses que trabaja, que después al paro otros tres. Tan contento como el trabajador sin cualificar que está ganando lo mismo o más. Pero de eso ni Iglesias ni Sánchez dicen nada, porque hay muchos más de los últimos y los votos son los votos que es lo que interesa. La lectura nos dice que tendremos que ponernos a barrer las calles que es algo tan digno como ser cirujano o abogado, pero más difícil y costoso de conseguir y sobre todo con muchísima y mayor responsabilidad. Lo estamos viendo.
¿Novecientos euros? Una cifra absoluta que no dice nada. Una cifra que hoy por hoy se me antoja insuficiente en esta sociedad en la que prima tener todo de todo, aunque no nos sirva para nada.
Los que tienen que pagarlos
Y como colofón a lo firmado este jueves, lo que ninguno de estos dos políticos nos han dicho es la manera de que esos novecientos euros no supongan un problema para quienes tienen que pagarlos o tenemos que pagarlos, en el caso del dinero público; dicho de otra manera cómo demonios crear más riqueza para que todos podamos vivir mejor, sin el fantasma de la recesión.
Porque los dineros no vienen de la Luna, sino de cada uno de nuestros bolsillos. Pedro y Pablo se fijan en los huevos y hacen bien, pero se olvidan de que estos huevos no existirían sin gallinas; y es que no han dedicado que yo sepa ni un minuto a indicarnos como se crea más riqueza, entre otras cosas, porque me temo que no tienen ni idea. Y ahí si vamos a tener en breve un gravísimo problema.