Me gustaría recomendarles algunas pautas que creo les serán de mucha utilidad a la hora de afrontar los problemas que nos plantean nuestros hijos en la edad adolescente.
Ante todo, es importante no culpabilizarse, para así evitar la angustia posterior. Los conflictos entre padres e hijos son inherentes a esta etapa de la vida. Existen y forman parte de este estado evolutivo.
Sigue siendo norma básica, no discutir sobre su educación delante de ellos. Debemos intentar aclarar nuestros puntos de vista cuando no estén nuestros hijos delante de nosotros. Posteriormente tomar las decisiones en conjunto, sin fracturas. El curso de su educación nos va a demandar el tomar determinadas decisiones que les pondrán en disposición del cambio que se espera de ellos.
En todo momento, hay que estar a su lado, al lado de nuestros hijos, pero manteniendo una distancia crítica sabiendo lo que hacemos. También les tenemos que dejar claro que en todo no estamos de acuerdo y que es bueno llegar a puntos de negociación.
Es importante darse cuenta que nuestros hijos, finalmente tomarán decisiones que no nos gustarán, pero será cosa de ellos, a través de su proceso evolutivo hacia la maduración final. Es bueno dar nuestra opinión, aunque no estén de acuerdo con nosotros, pero sabrán lo que estamos pensando.
Posteriormente hay que poner límites y cumplirlos. Es muy importante tener claridad de ideas para llegar a hacerlo pero no tenemos que dudar.
Debemos tener en cuenta que la capacidad de escucha es muy útil para poder conocer qué es lo que piensan y hacen, huyendo de interrogatorios. Dadles toda la información que podáis, y apoyadles en sus nuevos retos, aunque se equivoquen. Entiendo que la comunicación y las buenas maneras nos pueden ayudar mucho. Hay que prepararse!