Tras varios meses de negociación, no exenta de roces en algunos momentos del proceso, la Universidad de Castila-La Mancha y el Gobierno regional han aprobado, en sus respectivos consejos de gobierno, un acuerdo que garantiza la financiación de la institución académica durante los próximos 4 años. Ha sido este pasado 31 de julio, en puertas del parón estival que supone el mes de agosto, cuando los máximos órganos de ambas instituciones respaldaban un acuerdo cuya firma definitiva está prevista para septiembre.
Atrás quedaron meses de tira y afloja en una negociación que partía de las declaraciones que el rector hacía a mediados del pasado mes de noviembre cuando avisaba de que la Universidad tendría que aplicar este año 2018 un plan de ajuste “dramático” si el Gobierno regional aprobaba el presupuesto con una subvención nominativa de 140 millones de euros cuando sólo las nóminas de la Universidad suponían 151 millones, a los que había que sumar los gastos derivados del funcionamiento de la institución. “Sólo con 160 millones de euros no habría que hacer recorte alguno”, sentenciaba entonces Miguel Ángel Collado, en los días previos al inicio de la negociación con el gobierno regional que se ha prolongado durante más de 8 meses.
El acuerdo alcanzado ahora contempla una transferencia nominativa y financiación a través de los Fondos Estructurales y parte de una cantidad, 150.603.024 euros, para este año (casi 10 menos de lo que pedía el rector) y 164.787.532 euros para 2019 propiciando que la Universidad cuente con recursos suficientes para afrontar el curso 2018-19, dado que sólo queda un cuatrimestre de ejecución presupuestaria cuando se reanude la actividad universitaria en septiembre.
Así lo explicaba a los lectores de lanzadigital el vicerrector económico, Manuel Villasalero, horas después de que conociéramos el respaldo unánime de la comunidad universitaria y del propio gobierno regional al contenido del acuerdo marco. Hasta llegar a la cifra total de financiación, 689,85 millones, la cuantía irá aumentando progresivamente hasta llegar al año 2021 en el que el importe está fijado en 194,4 millones.
En palabras de Villasalero, el acuerdo supone que los recursos para la Universidad y la investigación crecerán en los próximos años a un ritmo superior a la previsión de crecimiento nominal de la economía e implicará un avance del peso que tiene la educación superior universitaria y la I+D+I respecto al Producto Interior Bruto, además de contribuir a acelerar el cambio hacia un modelo productivo en Castilla-La Mancha.
Satisfacción en las partes
A falta de conocer más detalles sobre el acuerdo -que el propio presidente del ejecutivo autónomo anunciaba días antes de la aprobación definitiva, destacando la puesta en marcha de las titulaciones comprometidas- nos quedaremos con la satisfacción que ha provocado en las partes, –aunque la firma se haya pospuesto para septiembre– tal y como expresó el consejero de Educación tras el Consejo de Gobierno donde fue aprobado y la del propio rector. Éste, a través de su cuenta de twitter, hablaba del día 31 de julio como de “una jornada muy importante para el futuro de nuestra Universidad con la aprobación, en el último consejo de gobierno del curso, del convenio de financiación” mientras deseaba a la comunidad educativa “feliz descanso veraniego, bien merecido”.
Quizás esos detalles que nos faltan por conocer y el trazo grueso que ya hemos conocido nos revelen que este próximo curso será el del inicio de una nueva etapa en la Universidad de Castilla-La Mancha.
Ojalá y así sea.
NOTA.- Quiero aprovechar este artículo semanal para transmitir toda mi solidaridad y cariño hacia la concejala del Ayuntamiento de Ciudad Real, Manoli Nieto, por la agresión que sufrió este miércoles. Mi deseo es que al margen de las acciones legales que se emprendan por ello, este lamentable suceso no rebaje en modo alguno el entusiasmo y la gran labor tan importante que desempeña al frente de las áreas municipales que tiene encomendadas