Un porcentaje elevado del éxito de una empresa se encuentra en el capital humano del que dispone. Es por este motivo que las empresas tienen o contratan, dentro de su departamento de personal, un gabinete para seleccionar a sus futuros empleados. Ya que, los directivos de las empresas son muy conscientes de que, una buena selección de personal, unida a una formación permanente, sin olvidar buenas políticas laborales y salariales, mejoran la productividad y, por ende, la competitividad.
Lo mencionado anteriormente es más importante, si cabe, en el caso del profesorado no universitario de la enseñanza pública, puesto que de su acierto depende gran parte de la mejora en la calidad de la enseñanza y, por tanto, la formación de las futuras generaciones de España.
Una mejora en la selección, además, de una mayor exigencia en la preparación y formación permanente del profesorado, debe venir acompañada de una mejora en la valoración social. Esta es la apuesta realizada por los países de nuestro entorno que mejores resultados están obteniendo en los distintos informes elaborados por agencias internacionales sobre los sistemas educativos. Así lo reconoce la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre (LOMLOE), que, en desarrollo del artículo 27 de la Constitución Española, establece :“ Los poderes públicos prestarán una atención prioritaria al conjunto de factores que favorecen la calidad de la enseñanza y, en especial, la cualificación y formación del profesorado, su trabajo en equipo, la dotación de recursos educativos, humanos y materiales, las condiciones ambientales y de salud del centro escolar y su entorno, la investigación, la experimentación y la renovación educativa, el fomento de la lectura y el uso de bibliotecas, la autonomía pedagógica, organizativa y de gestión, la función directiva, la orientación educativa y profesional, la inspección educativa y la evaluación”.
El Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público (TREBEP) establece la base sobre la que se desarrolla la regulación del acceso a empleado público, recogida en el Estatuto Básico del Empleado Público, capítulo primero de título IV, artículos 55 y siguiente del TREBEP, está conformada por tres principios que se plasman en la Constitución Española, artículo 103.3: Igualdad, Mérito y Capacidad.
El Ministerio de Educación está negociando con los representantes sindicales del sector de la enseñanza el desarrollo del mandato de la LOMLOE sobre los aspectos de: selección, promoción y evaluación del profesorado, para conseguir una enseñanza de calidad, como demanda la sociedad española actual, además, de los aspectos laborales y salariales, nada desdeñables.
La forma de seleccionar al profesorado de la enseñanza pública no universitaria lleva con el mismo modelo, excepto muy ligeros retoques, más de medio siglo. Es urgente su reforma y, además, en esta debe implicarse toda la comunidad educativa, ya que, de su acierto depende, en gran parte, conseguir una enseñanza: igualitaria, equitativa y de calidad en España.
El reto es tan importante que no se debe fallar ni escatimar esfuerzos. Se han de seleccionar a los mejores, a los más capaces de la sociedad y retribuirles en el mismo sentido, que su trabajo se vea compensado salarial y socialmente, además, de contemplar su promoción profesional.
La forma de selección, hasta la fecha, con distintas variantes, ha consistido en la superación de dos pruebas, a las que se les unen los méritos (concurso-oposición).
La primera prueba consta de dos partes que serán valoradas conjuntamente: una prueba práctica que permita comprobar que los candidatos poseen la formación científica y el dominio de las habilidades técnicas correspondientes a la especialidad a la que se opte y el desarrollo de un tema elegido por el aspirante de entre los extraídos al azar por el tribunal en función del número de temas que integran el temario de la correspondiente especialidad.
La segunda prueba consiste en la presentación de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de una unidad didáctica. A los aspirantes que han superado las dos pruebas (fase oposición) se les suma ponderadamente los méritos (fase concurso). Las plazas convocadas se adjudican a los aspirantes con mejor nota del concurso-oposición. Los aspirantes que resulten seleccionados deberán realizar un período de prácticas tuteladas que formará parte del proceso selectivo y que tendrá por objeto comprobar la aptitud para la docencia de estos.
La propuesta de los profesores abajo firmantes es la siguiente:
- La fase de oposición consistiría en la realización de dos pruebas eliminatorias: una sobre contenidos de la especialidad que sería de tipo test y una segunda de tipo práctico.
- La fase del concurso serían los méritos del aspirante. Las ponderaciones en la fase del concurso serían 80% la nota de la oposición y 20% de la fase del concurso.
- Los aspirantes seleccionados, a lo sumo igual al número de plazas convocadas por especialidad, tendrían que superar un máster teórico-práctico de dos cursos de duración. La parte teórica sería impartida por la Universidad versando sobre: legislación administrativa y educativa, pedagogía, psicología, etc. La parte práctica sería tutorizada en los centros de enseñanza públicos por profesores del centro habilitados para tal fin y retribuidos complementariamente. Los aspirantes recibirían su salario durante este periodo de aprendizaje.
- Los aspirantes que superen el curso serían nombrados funcionarios de carrera.
El modelo propuesto conlleva la transformación del Máster del Profesorado actual por el realizado una vez superada la fase del concurso oposición.
La primera prueba de la fase de la oposición sería similar al actual MIR, eliminando la subjetividad en la corrección e intentar que las preguntas tengan una carga memorística menor.
La segunda prueba sería similar a la parte práctica actual, aunque se deberían añadir más ejercicios prácticos y más tiempo para su realización.
En la fase de la oposición se trata de elegir a los mejores y en el Máster darles las herramientas teóricas y prácticas para que sean buenos profesionales de la enseñanza.
Francisco Ureña Prieto, Ángel García Gómez, Antonio Manuel Vargas Ureña, Sergio González López y Sonia Ureña Barrajón son profesores