Lanza_logotipo_blanco
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
29 marzo 2024
ACTUALIZADO 01:00
  • Ciudad Real
  • Resultados deportivos de Ciudad Real en directo
  • El Campo
  • Toros
  • Internacional
  • Nacional
  • Agenda
  • Anuncios Oficiales
  • Galerías
  • Vídeos
    • Los fieles acudieron a orar al Nazareno / Elena Rosa
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      • Oración y Juicio de Cristo / F.Navarro
      Imagen de archivo del juego de 'Las caras' de Calzada de Calatrava / Vox
      Ricardo Chamorro, Milagros Calahorra y Emilia Martín, hermano mayor de la Flagelación
      • Cofrades y fieles en el templo / J. M. B.
      • LA Virgen del Mayor Dolor / J. M. B.
      • El Cristo estaba preparado /J. M. B.
      • Se realizó el Viacucis en el templo / J. M. B.
       Lanza
      El presidente de la Diputación -c- con la Hermandad del Ecce Homo (Pilatos)
      Hermanos y fieles lamentan la suspensión / Antonio López
      Armaos en la Ruta de la Pasión Calatrava en Aldea del Rey / Elena Rosa
      Imagen de Nuestro Padre Jesús de la Bondad en su salida de 2023 / J. Jurado
      Hermandad Nuestro Padre Jesús del Perdón Miguelturra
      Los fieles acudieron a orar al Nazareno / Elena Rosa
      El Guardapasos se llenó de fieles este Jueves Santo / Elena Rosa
      La Hermandad de la flagelación tampoco pudo salir en procesión / Elena Rosa
      Hermanas del Silencio que iban a acompañar a la Virgen / J.M. Beldad
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Sólo falta que nos caiga un meteorito 

terraza estacion autobuses bar JJ 5
Un joven tomándose el primer café en la terraza de un bar de Ciudad Real tras el confinamiento de marzo / J.Jurado
Belén Rodríguez / CIUDAD REAL
Por recordar algún momento feliz de lo que hemos vivido en este año bisiesto que despedimos me quedo con aquellos primeros cafés al aire libre, en las terrazas de bares recién abiertos, que recuperamos aquella esperanzadora mañana del 18 de mayo

Enfrascados como estábamos en España en la formación de un Gobierno de coalición (o el que fuese) que sólo medio año antes parecía imposible. Exhaustos de elecciones e incertidumbre sobre gobernanza, e inmersos en nuestras alegrías y tragedias cotidianas, apenas prestamos atención –hablo por mí- a la cantinela informativa sobre un virus que nos sonaba tan a chino como el país en el que se originó.

Ya a finales enero estaba harta del dichoso coronavirus y la retahíla de Hubei y Wuhan; que sí los chinos han construido un hospital en quince días; que si se pone a una ciudad de más de once millones de habitantes en cuarentena (‘por cierto, ¿y eso que significa, cuarenta días sin salir de casa?’, me preguntaba entonces).

Todo sonaba tan lejano, tan increíble, como la “ridícula” (al menos a mí me lo parecía) posibilidad de salir a la calle con mascarilla. Sólo cuando Italia suspendió el carnaval de Venecia -en febrero- y empezaron a llegar alarmantes noticias de allí, con pueblos “confinados” (la otra gran palabra del año), hospitales saturados, ancianos muriendo en residencias y el virus expandiéndose por el mundo con la declaración de “pandemia” por la Organización Mundial de la Salud entendí que esto de la covid o el Covid-19 era algo serio.

Sin embargo a primeros de marzo, cuando acudí a la manifestación del día 8 en Ciudad Real, como miles de mujeres de todo el país, no pensé que mi salud estuviera en peligro. Lo digo por esa insoportable oleada de enteraos que todo lo hubieran hecho de otra forma, por supuesto mejor, (otra características de las desgracias colectivas el “ya te lo decía yo”, análisis certeros de lo mal que se han  hecho las cosas justo después de que sucedan).

Duele hacer balance del año que dejamos atrás

¡Ha sido tan duro lo que hemos vivido en 2020!, que duele echar la vista atrás para hacer el balance de un año del que lo mejor que podemos decir es que se acaba, ¡por fin!, dejándonos por delante un panorama desalentador, aunque tímidamente esperanzados por la llegada de la vacuna.

Quienes hemos tenido la suerte de teletrabajar y ejercer nuestra actividad profesional exponiéndonos lo justo, sin enfermar ni perder a ningún familiar tendríamos que estar agradecidos. Pero no es consuelo. Esta crisis lo ha trastocado todo, la manera de relacionarnos, de vivir, e incluso de confiar en el futuro.

Puede que muchos sobrevivamos al virus, pero desde luego nadie se librará de la crisis económica que ya ha atropellado a decenas de empresas de turismo y hostelería, y ha dejado sin trabajo ni esperanza a cientos de personas, muchas jóvenes, atrapadas entre dos crisis.

Ni el mejor guionista

Si nos costó entender qué hicimos mal en la crisis de 2008 lo de esta peste no hay quien lo remonte. Obviamente es más duro esperar cada noche los bombardeos en una ciudad en guerra, y pensar cada día si estaré vivo mañana,  pero esta permanente desazón de exponerte a una amenaza que no se ve, en la que el enemigo puede ser tu ser más querido, en la que hay que rehuir el contacto social y encerrarse en casa (quien la tenga) parece sacada de la mente más retorcida y fantasiosa Es más, seguro que muchos buenos guionistas de ficciones cinematográficas se habrían autocensurado antes de vender un guion tan increíble como lo que ha pasado en 2020 en el mundo.

Informar, incluso desde una pequeña capital de provincias como Ciudad Real, con la mayoría de la gente encerrada en casa, el Ejército y la Policía patrullando por las calles, y los coches fúnebres y las ambulancias más visibles que nunca circulando por la ciudad, fue emocionante al principio, por qué no decirlo: los periodistas hemos contado situaciones que saldrán en los libros de historia, pero pronto esa sensación de irrealidad de los primeros días quedó sepultada por el parte diario de muertos, hospitales sin medios, personas exhaustas dejándose la piel para salvar vidas, caos, miedo y nerviosismo general.

Siniestra primavera

La siniestra primavera del año 2020 ha tenido todos los elementos del apocalipsis. Lo bueno de esta situación de pandemia o quizá lo malo ha sido que no han fallado esos medios tecnológicos que hasta ahora nos habían hecho creer que vivimos en sociedades casi invulnerables a las enfermedades, hambrunas y catástrofes naturales.

Con la mayoría de la gente encerrada y las redes sociales a todo gas, bombardeando con miles y miles de mensajes diarios de muertos, desatención, falta medios en los hospitales, acciones solidarias, mensajes de ánimo, quejas, protestas, etc, saber qué era real y qué no para informar con el rigor que se presupone a un medio de comunicación profesional fue bastante complicado. Casi no hubo día entre marzo y abril en el que no murieran personas jóvenes, o no enfermara algún personaje público, o tuvieras que aclarar si era verdad o no que estaban montando un hospital de campaña en el Quijote Arena.

Pero lo peor fue hacernos creer (igual nos autoconvencimos nosotros mismos) de que todo prácticamente se había esfumado cuando se levantó el estado de alarma el 21 de junio y empezaron las fases de la desescalada. La segunda ola – que en Ciudad Real llegó previa tormenta de pedrisco que por poco destruye la ciudad, la meteorología también se ha aliado con el apocalipsis -, nos ha dejado con el escaso ánimo que nos quedaba por los suelos.

Por recordar algún momento feliz desde el punto de vista informativo de lo que hemos vivido en este año bisiesto me quedo con aquellos primeros cafés al aire libre, en las terrazas de bares recién abiertos, que recuperamos aquella mañana del 18 de mayo.

Duele echar la vista atrás y repasar el año, y visto lo visto, también pensar qué nos deparará 2021. Ya solo falta que nos caiga un meteorito.

 

Publicado en:
Noticias relacionadas:
La directora general de Asuntos Europeo, Virginia Marco.
  • Homenaje a las víctimas del Covid-19
  • Homenaje a las víctimas del Covid-19
  • Homenaje a las víctimas del Covid-19
  • Homenaje a las víctimas del Covid-19
Destacan las propiedades beneficiosas del aceite de oliva / Lanza
Unos turistas prestan atención al guía que les explicas las curiosidades de la ciudad - María José López - Europa Press - Archivo
Rishi Sunak
Imagen de archivo de un cartel en el que se lee 'Uso obligatorio de mascarilla' junto a una terraza vacía. - Photogenic/M.A Santos - Europa Press - Archivo
Cerrar