Gentrificación
La actividad turística en la ciudad de Almagro ha propiciado la reconversión de viviendas en bares, restaurantes, hoteles y viviendas de uso turístico, conllevando un proceso de gentrificación antes definido, de tal forma que la mayoría de los bares y restaurantes se sitúan en el casco histórico de la localidad, quedando fuera del mismo de forma muy residual. Asimismo, la mayoría de los alojamientos turísticos se concentran nuevamente en el casco histórico. Este hecho provoca una gentrificación, como hemos mencionado antes, ya que la mayoría de los locales y viviendas que se encuentran disponibles en la localidad acaban reconvertidas en estos establecimientos, desplazando la vivienda convencional a los arrabales fuera del casco histórico. Este hecho produce una despoblación del centro de la ciudad.
El casco histórico-artístico de Almagro ha sufrido una gran transformación económica y social. Antes del inicio del turismo de masas, antes de 1970, el centro de la ciudad era habitado, en su inmensa mayoría, por familias que pagan un alquiler ajustado a dicha época, y las partes bajas de algunas de estas viviendas se dedicaban a actividades económicas. El aumento de la actividad turística y la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos, y su afectación más destacada por el Real Decreto-ley 7/2019, de 1 de marzo, en el que se incluyen, entre otras medidas, la prórroga obligatoria de los contratos de alquiler de 3 a 5 años, si el arrendador es una persona física, y a 7 años si el este es persona jurídica, posibilitaba el aumento del alquiler de estos edificios antiguos, produce la intervención de los propietarios y de inversores, que ven un nicho de inversión, con bastantes probabilidades de éxito, el mercado del alquiler turístico en detrimento del alquiler tradicional.
La aprobación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) reformada en 2015, mediante la Ley 2/2015, de 30 de marzo, de desindexación de la economía española, que en su Disposición Final Primera modificaba el artículo 18 de la Ley de Arrendamientos Urbanos 20/1994 sobre Actualización de Rentas, por el cual, a partir del 1 de abril de 2015, adoptó medidas de flexibilización en el mercado de alquiler de viviendas, desvinculando de la subida del IPC el aumento de la renta y reduciendo la duración de los contratos de alquiler de cinco a tres años y sus prórrogas de tres años a uno, lo que ha incrementado el precio de la vivienda de compra y los precios del alquiler. La llegada al gobierno del socialista Pedro Sánchez ha supuesto una vuelta a las condiciones anteriores con la aprobación de un Real Decreto Ley en diciembre de 2018 que amplía los contratos de alquiler de viviendas para cinco años y sus prórrogas contemplan hasta tres años.
Poco a poco las viviendas se convirtieron en locales comerciales, bares, restaurantes, agencias de viajes, etc. Las familias, conforme sus ingresos lo han ido posibilitando, han adquirido terrenos (frutos del efecto multiplicador del turismo) para hacer vivienda o alquilando pisos en zonas menos céntricas. Hoy apenas unas familias viven de continuo en el centro. De tal forma que la vida tradicional del barrio ha desaparecido para dar paso a la visita de turistas. Esta forma de mercantilización de los espacios públicos (plazas, calles, etc.), con afán meramente económico está provocando, como en otras ciudades del mundo, una turismofobia en la población autóctona que, aunque vive las ventajas de la economía turística, también sufre esta externalidad negativa, que detallare más adelante.
Inflación
Es evidente que el aumento de la demanda conduce a la subida de precio. Unida a la gentrificación, antes citada, se han producido dos movimientos solapados, como consecuencia de la necesidad de locales céntricos para el establecimiento de bares, restaurantes, tiendas de regalos y souvenirs, tiendas gourmet, etc. Y de otro lado junto al desplazamiento de las familias que vivían en el centro y, como consecuencia de mejorar la renta de los almagreños y el aumento de empleo, mejor remunerado que el del sector primario, se produce una mayor demanda de viviendas. Todo unido produce un encarecimiento del suelo urbano, de las viviendas y del alquiler.
Para desarrollar el apartado que aborda la escasez de alquiler convencional en aras del alquiler vacacional (turístico), se han utilizado las plataformas de intermediación on line de alquiler, así como los datos ofrecidos por las agencias inmobiliarias que hay en la localidad. Posteriormente, realizaremos un análisis comparado con otros municipios similares en cuanto a tamaño de la comarca y provincia de Ciudad Real, con el fin de determinar la disparidad de precios que se produce. Por tanto, se han recogido los datos sobre precio medio del metro cuadrado del alquiler en Almagro y 14 localidades más con mayor o igual número de habitantes de la provincia de Ciudad Real, cuyos datos se muestran en la gráfica 3.
En la gráfica 3 se puede observar que el precio medio del alquiler en la ciudad de Almagro es el más elevado de los de la muestra, donde se han seleccionado los más conocidos excepto la capital de la provincia. Estos datos muestran, que el precio medio del alquiler en la ciudad de Almagro se ha visto influenciado negativamente por el auge del turismo.
Igualmente se ha realizado un análisis comparado en las localidades anteriormente citadas sobre el precio medio de la vivienda, cuyos datos se muestran en la gráfica 4.
En la gráfica 4 se puede observar que el precio medio de la vivienda en la ciudad de Almagro es el cuarto más elevado de los de la muestra, donde se han seleccionado los más conocidos excepto la capital de la provincia. Si tenemos en cuenta que Miguelturra de Calatrava es colindante con Ciudad Real capital y que la vivienda es más asequible en él, se entiende que sea la más cara de la muestra. A la vista de los datos del gráfico, el encarecimiento del precio medio de la vivienda en Almagro, respecto de la media, se puede deber, entre otros factores, por el auge del turismo.
La tesis es la siguiente, el encarecimiento del alquiler es debido a dos situaciones concatenadas. En primer lugar, el aumento de la demanda de locales para servicios turísticos hizo subir los precios, que inicialmente eran bajos (antes de los años 70 del siglo pasado), el aumento del turismo de interior (alumnos, viajes para jubilados cofinanciados por las instituciones), hizo que se volviesen a subir los precios por un aumento de la demanda. En segundo lugar, el nacimiento de las viviendas de uso turístico (VUT), hizo que fuese más rentable y seguro esta forma de alquiler ocasional que la residencial.
Externalidades negativas
La actividad turística, al igual que cualquier actividad productiva, conlleva la generación de externalidades negativas, por tanto, también es necesario analizar los posibles impactos y repercusiones que puede provocar dicha actividad, siendo necesario distinguir: 1) Los efectos en el entorno físico, donde es importante la adaptabilidad de la actividad turística al entorno en los aspectos que se relacionan con las condiciones físicas del mismo: suelo, vegetación, relieve, paisaje, fauna, clima, etc., 2) Las repercusiones en el entorno social y cultural, donde se debe considerar la evolución demográfica, las tradiciones, el idioma o la posible relación de dependencia con respecto a la cultura dominante del turista, 3) Las consecuencias en el entorno económico, haciendo una aproximación a la estructura empresarial del sector, a su tamaño y diversidad, a sus interrelaciones con el resto del sistema productivo local, a su dependencia del exterior, etc. Estos factores influirán en el alcance y participación de su población en los costes y beneficios de la actividad.
Las externalidades negativas que provoca el turismo en la ciudad de Almagro se pueden concentrar en dos grandes bloques: problemas medioambientales y acústicos y artísticos y culturales.
Medioambientales y acústicos
La actividad turística acarrea el consumo de productos de alimentación, bebidas alcohólicas y no alcohólicas y los envases correspondientes. Además, aumenta el consumo de agua para boca, limpieza, riego, etc. Todo lo cual hace que el nivel de residuos sólidos urbanos aumente y el de aguas residuales también. En consecuencia, de no adaptarse los tiempos de recogida (en muchos casos se necesita ampliarlo, con el correspondiente coste) a los de mayor producción de residuos, los desfases producidos conllevan un problema medioambiental importante. Los ciudadanos que no perciben directamente los beneficios del turismo padecen dicho malestar, que se transforma en turismofobia.
El consumo en bares, restaurantes, viviendas de uso turístico y, en menor medida los hoteles, viene acompañado de un aumento del nivel de ruido, que produce una alteración, entendible, en la parte de los ciudadanos que no participan en dichos “festejos”. Estas situaciones son cada día más frecuentes y, por tanto, el nivel de alteración del orden público y la conflictividad aumenta. Dicha situación, unida a la medioambiental, de no eliminarse o al menos paliarse, puede conllevar una contestación por parte de la ciudadanía contra los efectos del turismo. En este sentido, los residentes en zonas de turismo de sol y playa, a diferencia de los residentes en los destinos de interior, perciben peor los impactos negativos sobre el medio ambiente.
Artísticas y culturales
El aumento de la afluencia a edificios con alto valor artístico y siglos de historia supone un aumento de la contaminación de estos y su consiguiente deterioro. Al ser espacios irrepetibles y, en muchos casos, con dificultades para su adaptación a las vigentes normas de accesibilidad, incendios, salidas de emergencia y seguridad, la solución es la limitación de visitantes junto a un control estricto durante la visita. Esta medida, aunque puede resultar problemática, es preferible a la de tener que cerrar o visitas a reproducciones de dichos espacios.
Una buena información cultural y una educación del turista, haciéndole ver que dichos edificios son un patrimonio que hemos de dejar a generaciones futuras, lo mismo que el medioambiente, produciría un mejor estado de conservación de los mismos y, en consecuencia, un menor gasto de mantenimiento.
Propuesta: Turismo sostenible y calidad de vida
Se trata de fomentar una actividad turística constante, respetuosa con el medioambiente, con la protección del patrimonio artístico-histórico y cultural y que genere ingresos y empleo para la ciudad de Almagro, tanto en su vertiente privada como pública.
A continuación, se comentan algunas iniciativas que se han realizado en otros lugares, donde la afluencia de turismo está provocando efectos similares a los de la localidad de Almagro. Así, el periodista Luis Meyer muestra cómo algunas ciudades han limitado el acceso en determinados momentos con barreras físicas u otras figuradas como aumentar el precio de las entradas a los espacios turísticos, la instalación de tornos para controlar los accesos al centro de Venecia, limitar en Ámsterdam el número de negocios turísticos, como es el caso del alquiler de bicicletas, dejar de promocionarse internacionalmente como destino, en el caso del propio país (Países Bajos), limitar las licencias hoteleras y de VTC, como ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Barcelona, organizar eventos culturales y de ocio gratuitos y abiertos al público en zonas alejadas del centro, para no concentrar en la almendra central de la ciudad. Otros ejemplos los encontramos en Roma, que prohíbe a los turistas comer cerca de las fuentes y monumentos para evitar las paradas demasiado largas, y en Milán incluso se multa a quienes usen un palo selfie ante los canales del barrio de los Navigli durante los meses de verano. En la ciudad croata de Dubrovnik, donde llegan miles de turistas cada día en los cruceros, el ayuntamiento ha introducido cámaras para monitorizar la cantidad de visitantes en su casco antiguo, y que el flujo de personas que ingresan pueda disminuir, o incluso detenerse, una vez que se alcanza un cierto número de visitantes. Otro caso lo encontramos en la isla de Hvar donde se han intensificado las multas ante comportamientos de turistas que puedan resultar molestas para la población. El autor, antes mencionado, explica que atacar el bolsillo del turista como medida disuasoria es una práctica cada vez más extendida, aunque señala que esto puede llevar a situaciones de desigualdad según el poder adquisitivo. Así el Ayuntamiento de París va a sufragar las obras de mejora de la Torre Eiffel con un aumento en el precio de las entradas. También en el Panteón de Roma, ha empezado a cobrar a quienes lo visitan. Las medidas de descarga son variadas, pero en ningún caso parten de la visión holística del problema, como alerta la propia OMT: “Son positivos algunos métodos para gestionar las multitudes en destinos, como alentar a los turistas a visitar más allá de los lugares de interés principales, reducir la estacionalidad y, lo que es más importante, atender las necesidades de la comunidad local. Pero el plan no debería ser únicamente detener a los visitantes que llegan, sino un plan global para fomentar el turismo sostenible.
Teniendo en cuenta lo expuesto en los apartados anteriores, los primeros pasos ya han sido dados en la línea de conseguir el objetivo de un turismo sostenible, sin embargo, se han de corregir las externalidades negativas. Además, Almagro es teatro clásico, en consecuencia, se debería fomentar la asociación, a nivel europeo, de las ciudades de Aviñón (Francia), Edimburgo (Reino Unido), Epidauro (Grecia), con el objetivo de intercambiar experiencias teatrales, actividades turísticas, recibir fondos de las Instituciones Europeas para la conservación, rehabilitación y fomento del conocimiento del patrimonio teatral clásico.
La creación de un Museo de las Órdenes Militares en el Convento de la Asunción, permitiría, por una parte, añadir a la ruta de los castillos un nuevo destino turístico que la amplíe y complemente, con la visita a dicho museo; de otra parte, el que Almagro fuese capital de la orden militar más importante, la Orden de Calatrava, afianza todavía el nacimiento del nuevo destino turístico, además, la ubicación sería el monasterio de las Monjas Calatravas, dedicado a Nuestra Señora de la Asunción, patrona del Císter, que debe su fundación a D. Gutiérrez de Padilla, quién en 1504 donó una considerable cantidad de dinero para la creación de un hospital en Almagro. La construcción del conjunto, compuesto por la iglesia, el convento y hospital, se alargó en el tiempo y fruto de ello son los diversos órdenes arquitectónicos que posee (mudéjar, gótico y renacentista). En el museo, también, se dedicarían salas a las órdenes militares europeas como las: Teutónica, Jarretera, Toisón de Oro, Temple y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. Con un esfuerzo en promoción y difusión podría permitir la afluencia de visitantes europeos que, además, tendrían los actuales recursos turísticos de teatro, naturaleza y gastronomía.
La rehabilitación de la Antigua Universidad del Rosario, sita en Almagro, sería otro de los recursos turísticos, para convertirlo un destino turístico durante todo el año y, no solo como un espacio escénico más, durante el mes de julio, que está ocupado con la representación de obras del Festival Internacional de Teatro Clásico. El antiguo Monasterio-Universidad de Nuestra Señora del Rosario, cuya fundación se debe a Frey Fernando Fernández de Córdova y Mendoza, de la Orden de Calatrava es un bellísimo edificio renacentista del siglo XVI que fue convento. En la nave morisca y gótica de la iglesia del antiguo convento renacentista es donde se realizan las representaciones teatrales, con un aforo de 522 espectadores. Este recurso podría ser utilizado durante el año para la realización de actividades educativas superiores, sala de convenciones y reuniones para congresos de distinta índole, aprovechando la gran oferta hotelera disponible en la localidad.
La reciente declaración del Geoparque “Volcanes de Calatrava”, por la UNESCO el 22 de marzo de 2024, permite la utilización de este recurso para la generación de diferentes destinos turísticos: Ruta de los Volcanes, que consistiría en visitas guiadas, desde Almagro, al vulcanismo del campo de Calatrava, el carbonífero de Puertollano y la mineralización del mercurio en Almadén; Ubicación en el edificio, sito en Almagro, conocido como “Silo” de un centro de interpretación de toda la larga y compleja historia de 500 millones de años de actividad volcánica
El análisis descriptivo de la realidad económica surgida, a partir de 1978, con la recepción de los primeros visitantes a las obras teatrales, ha permitido llegar a las determinadas conclusiones, en relación con los objetivos planteados en la introducción.
Los datos sobre los efectos económicos, aumento del empleo, del número de hoteles, alojamientos, bares, restaurantes, agencias de viaje, número de empresas de servicios complementarios, etc., permiten afirmar la importancia del sector turístico para la economía de la ciudad, concluyendo que el 15,15% de los ocupados lo son en el sector turístico. También, los ingresos del Ayuntamiento, a través de las distintas vías mostradas, han experimentado un aumento importante. Todo ello ha supuesto el aumento del Producto Interno Bruto de la ciudad de Almagro.
El análisis de los datos nos lleva a concluir que se han producidos efectos de gentrificación, aumento de los precios, inflación, muy especialmente en el alquiler y el coste de la vivienda. Aunque no hemos cuantificado el impacto sobre el precio del alquiler, pero si constatado con los datos aportados y que están en la línea de lo recientemente publicado y con las medidas que distintas ciudades españolas y europeas están tomando respecto de este fenómeno. Estos efectos económicos negativos, pueden corregirse, al menos en parte, apostando por una política de vivienda pública y/o ayuda al alquiler, limitando las licencias para VUT, así como su concentración en determinadas zonas.
El estudio de las externalidades negativas, que la actividad turística conlleva, nos ha llevado a considerar los efectos medioambientales y acústicos (limpieza, ruidos, recogida de residuos urbanos, etc.). También, se han contemplado la contaminación de recursos turísticos basados en edificios de alto valor artístico e histórico, como consecuencia del aumento de visitantes, a dichos espacios. La corrección de estos aspectos debe realizarse aumentando los equipos municipales de limpieza y periodos de recogida de residuos sólidos urbanos, estableciendo ordenanzas sobre ruidos y horarios de cierre de locales, se deberá estudiar la implantación de una limitación del número de visitantes a determinados espacios turísticos, dependiendo de su valor patrimonial artístico-histórico y, además, proveer los medios para un mejor control de la visita para que se respete dicho patrimonio.
Las medidas anteriores van en la dirección de la propuesta de apostar por un turismo sostenible y que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Se propone conseguir compartir experiencia a nivel cultural, económico y turístico con las ciudades de Aviñón, Edimburgo y Epidauro.
