Otra vez, un año más y van sesenta y cinco, cuando el estío está más que mediado y el atardecer comienza a mostrar los colores y el perfume de la cencibel y la airén, Valdepeñas nos convoca a celebrar nuevamente las Fiestas de la Vendimia y el Vino. Un período, un tiempo, en el que estas tierras entregan a quienes las trabajan el fruto de su esfuerzo y empeño en mejorar aquello que generaciones precedentes pusieron en sus manos. Y también representa el fin de la desazón que provoca la recurrente incertidumbre, durante todo un año, por la posible incidencia de factores ajenos a la voluntad y el deseo de los propios.
Para quien escribe, que tiene el honor, junto al resto de compañeras y compañeros del equipo de Gobierno de este Ayuntamiento, de haber asumido, por la confianza mayoritaria de sus convecinos y convecinas, la responsabilidad de gestionar y administrar los recursos públicos municipales y de servir –este debe ser el único fin de la política- al pueblo con eficacia y eficiencia, con lealtad y con honradez, también supone este año concreto un antes y un después. Un punto de inflexión en la vida pública. El próximo año, por estas fechas, podrían ser otras las personas elegidas para tal privilegio.
Desde hace unos años, y con más intensidad en los más inmediatos, a mi juicio, solo caben dos formas de gobernar desde la municipalidad: una, para y con el sistema (frente a las personas); otra, para y con las personas (frente al sistema). Tal reflexión, en sí misma, podría parecer confusa, incluso contradictoria, pero no lo es.
Veamos. La primera conlleva implícito un único fin cual es santificar el resultado financiero de cada ejercicio presupuestario, que se antepone como premisa inexcusable y autolimitativa de la gestión política; la segunda hace prevalecer siempre las obligaciones y los efectos de la acción política en relación con las personas y hacia la sociedad, contextualizados eficazmente en el preceptivo presupuesto, considerando secundario el resultado financiero; esto es, trabajar para la sociedad pero modelando la rigidez del principio de legalidad, entendiendo éste exclusivamente como estabilidad presupuestaria y cumplimiento de la regla de gasto, aún vigentes. O sea, la mayor parte de los recursos públicos para el bienestar y mejora de la calidad de la vida de las personas, la mínima para el sistema financiero. Este Gobierno municipal del PSOE se ha autoimpuesto una norma no escrita: las personas, lo primero.
Llegar a ese equilibrio jurídico-administrativo no es sencillo, tampoco es simple su entendimiento y aplicación, y desde luego no permite que la actividad política consista en un no hacer sino todo lo contrario; la acción política, con fines sociales en el más amplio sentido del término, debe ser continuada y permanente, priorizando la protección social, la calidad medioambiental y, en definitiva, la genérica mejora del entorno urbano de sus residentes, haciendo Ciudad. El gobierno del PSOE en Valdepeñas lo ha conseguido, cuestión distinta es que haya quienes no quieran verlo ni aceptarlo (no deja de ser legítimo). Pero, les invito simplemente a visualizar imágenes de la Ciudad desde el año 2003, y verán su desarrollo, evolución y progreso.
No es ciego quien no ve, sino quien no quiere ver, siguiendo la máxima cervantina de que la verdad ande sobre la mentira como el aceite sobre el agua.
Las afirmaciones y valoraciones precedentes son una realidad tangible, están transformadas en hechos objetivos y materiales, así los más recientes, sucintamente y a título meramente enunciativo y no limitativo: reforma del albergue de “El Cañaveral”; recuperación integral de los Baños de “El Peral”; mejoras y ampliación en la ciudad deportiva “Virgen de la Cabeza”; remodelación de Valcentro; transporte adaptado; rutas cicloturísticas; fibra óptica; acciones para la conservación y recuperación del patrimonio histórico; consolidación de la administración electrónica; centro de interpretación del Cerro de las Cabezas; urbanización calle Constitución; zona de acampada para caravanas; remodelación pista exámenes autoescuelas; molino de San Blas y molino Gregorio Prieto; nuevo escenario Fiestas de la Vendimia y del Vino; velódromo; remodelación paso subterráneo salida a Ciudad Real; rehabilitación edificio “Cecilio Muñoz Fillol”; plazas Avda. Gregorio Prieto y Santa Paz; zona de recreo canino; mantenimiento financiación íntegra servicios no municipales (Centro Infantil Cachiporro, Escuela de Música, Centro de la Mujer, Servicios Sociales…); convenios AFA, Cáritas, Cruz Roja, Proyecto Hombre, subvenciones colectivos sociales; cofinanciación planes de empleo; mejoras centros educativos; cofinanciación comedor escolar; control de vertidos; arreglos caminos rurales; huertos urbanos; acciones formativas; centro día Lucero; oferta de empleo público más importante de la última década; plan de igualdad, y así podríamos continuar …..
Se ofreció un programa político, que para las personas que formamos el equipo de Gobierno se transformó en un vínculo contractual una vez concluido el proceso electoral, y prácticamente, a estas alturas, podemos afirmar que lo hemos cumplido, e incluso incorporado acciones inicialmente no incluidas.
Y, también fuera de ese contrato político, el futuro más inmediato de Valdepeñas es aún más sorprendente.
Desde hace unos meses, para minimizar el impacto presupuestario en la obligación legal de destinar el superávit presupuestario a la amortización de deuda (entregar el dinero a las entidades financieras) y, por el contrario, destinar la mayor parte de esos recursos económicos a la prestación, establecimiento y/o mejora de los servicios públicos en beneficio directo e inmediato de los habitantes de Valdepeñas, el equipo de Gobierno del PSOE ha puesto en marcha hasta 22 proyectos, todos ellos en fase de ejecución, con inversiones de más de 4 millones de euros; a estos se añaden, en base a la persistencia e insistencia en la defensa y protección de los intereses de la Ciudad ante Europa, los otros 7 proyectos aceptados y recientemente aprobados en el programa europeo sobre Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, por un monto total de 6.250.000 euros, que harán de Valdepeñas, en unos tres años y para muchísimos más, una Ciudad distinta y diferenciada, tanto por dentro como por fuera. Una Ciudad para vivir y ser vivida.
Debemos afirmar, sin titubear, que nuestra ciudadanía puede mantener la motivación que hace progresar a una sociedad, nuestro futuro no es una mera esperanza, sino una certeza; somos una excepción a la máxima del sociólogo y filósofo, Zygmunt Bauman, quien mantiene que el futuro es líquido. El equipo de Gobierno municipal del PSOE en Valdepeñas ha estado, y está, a la altura de las soluciones que requieren los nuevos tiempos y las nuevas sociedades; es capaz de infundir claridad, de canalizar la innovación, de visualizar un futuro más corresponsable y sostenible, que responde a una obcecada voluntad en la positiva transformación de la sociedad y de la Ciudad, justificando de forma meridianamente solvente la diferencia entre la necesidad y el deseo.
En este contexto, y para el concreto referente temporal a que estas líneas se destinan, solo me cabe desear a mis vecinos y vecinas, a quienes nos conocen y a quienes aún no lo han hecho, para que lo hagan, que ahora toca disfrutar, sin moderación (los años se encargarán de imponerla), lo que no significa sin control, de todos los actos y eventos que con toda la ilusión se han programado para estas Fiestas de la Vendimia y del Vino de Valdepeñas del año 2018.
Saludos cordiales.
FRANCISCO DELGADO MERLO
Portavoz del Equipo de Gobierno PSOE