El libro
Dicho volumen de 83 páginas se divide en 4 partes: Origen, Viaje, Océano, Solsticio, más una Nota de autor, que cierra el tomo. Y se abre con un espléndido y aclarador prólogo de mi paisano, amigo y estudioso de mi obra, Matías Barchino, Decano de la Facultad de Letras de Ciudad Real, en la Universidad de Castilla-La Mancha y profesor titular de Literatura Hispanoamericana, que dice en su texto:
“Es un acto valiente y arriesgado atreverse a volver sobre el pasado. Regresar después de tantos años, no a una tierra, ni a un mar u océano, sino a las propias palabras, a las propias vivencias que se quedaron grabadas como signos primitivos en la cueva, regresar a un libro que se escribió hace más de 35 años, como ha hecho Raúl Carbonell Sala, tiene algo de sacrilegio y mucho de afirmación y confianza en sí mismo. La del arqueólogo o restaurador que recupera afanosamente de la piedra o la tela el significado borrado y lo trae de nuevo a los ojos del presente. El riesgo es mucho, el resultado incierto y complejo porque el tiempo y la materia se funden en la palabra poética que siempre es vieja pero siempre nueva”.
Ni que decir tiene, que comparto en su totalidad la opinión del autor de la citada introducción, ya que, en la poesía de Raúl Carbonell Sala, en toda su extensa obra lírica, aunque es totalmente personal e intransferible, siempre se escucha un vago y lejano eco del gran poeta Walt Whitman, dado que es un poeta-río y prosaico, como el americano nombrado, que canta el amor entre camaradas, el amor oscuro de García Lorca, el Cernuda, el de Aleixandre, con el que tanto se identifica también Carbonell, en la celebración y exaltación a los cuerpos hermosos.
Estructura
La columna vertebral de éste: “Viaje al Océano”, es la misma de la primera impresión, pero su mensaje nos llega más claro y definido, menos hermético que en la anterior. Claro que son otros tiempos diferentes más libres y su creador es más atrevido en el lenguaje, se aprecia fácilmente que ha madurado mucho, que ya no le importa tanto la opinión de otros que siguen sin aceptar el amor que Oscar Wilde sitió por Lord Alfred Douglas, como nos demuestra en la sentida dedicatoria del tomo.
En fin, que estamos ante un extraordinario libro de versos, que se lee con mucha facilidad, dado que, los poemas no son excesivamente largos y tienen el sello propio, la denominación de origen de un escritor profesional y laureado, que lleva más de 45 años escribiendo y publicando: novela, teatro, poesía, artículos… y que ya han visto la luz casi una veintena de libros suyos-tiene otros tantos inéditos-, que han sido elogiados por escritores y críticos como: Francisco Nieva (Premio Príncipe de Asturias y Académico de la Lengua) y José Hierro (Premio Cervantes), entre otras ilustres plumas.
Galardones
Además, ha obtenido importante galardones como el muy preciado: Premio Valencia de Novela: “Juan Gil Albert” y la Medalla al Mérito Literario: “Juan Alcaide”, que le otorgó muy merecidamente el Ayuntamiento de Valdepeñas, ciudad, en la que el artífice vivió más de veinte años y donde escribió una gran parte de su obra, aunque él es nacido en 1950, en el bonito pueblo de Cárcer (Valencia), donde es querido y admirado y tuvieron el fino y delicado detalle de ponerle su nombre a la “Biblioteca Municipal”, algo poco frecuente en España cuando el escritor todavía vive y donde suele ser cierto el famoso dicho: “Nadie es profeta en su tierra”, salvo raras excepciones, como la del citado poeta, novelista, dramaturgo y articulista en varios diarios nacionales y regionales, que es considerado actualmente uno de los autores de su generación más apreciado en el ámbito de la Comunidad Valenciana.
Bienvenido
Bienvenido sea a las librerías esta soberbia edición de poemas de Raúl Carbonell Sala, que lleva en la portada del libro un precioso dibujo de nuestro común amigo el dibujante valdepeñero, Joaquín Morales Molero, uno de los grandes dibujantes castellano-manchegos.
Y pongo punto y final con estos bellos versos de Raúl Carbonell Sala, en su “Viaje al Océano, que tanto me gusta, ya que es mucho mejor que la primera edición:
¡Oh tú mi compañero de la calma!
En el hombro un apoyo y mano fiel
De música y de gozo a pleno mar
De la felicidad y del regalo.
