“…sé la Estrella matutina
que ilumine los senderos
de tanto joven -ausente-
de la virtud y tu templo,
de las tiernas florecillas
mustias por los fríos tiempos…”
(Mariano Mondéjar Soto. De
su poema “Petición Urgente”).
Cuando tenemos a la vuelta de la esquina el ocaso de este mes de agosto, ¡curiosa coincidencia!, en Miguelturra, -al igual que en otros muchos pueblos y ciudades-, se percibe el alborear de la fiesta, de sus fiestas patronales en honor a la Santísima Virgen de La Estrella. Y es que en este último domingo agosteño, y como manda la ancestral tradición, la imagen de la Patrona, -nuestra Excelsa Patrona-, se acercará aún más a cada uno de los miguelturreños, ausentes y residentes en el pueblo de forma habitual, para recoger nuestras súplicas, para escuchar nuestros ruegos,… como bien canta el sacerdote paisano Mariano Mondéjar Soto; para aproximarnos su sonrisa, su gracia, su caricia,… de Madre y Reina, que lo es, como hace unos años nos recordaba Teresa en unas hermosas líneas.
Me consta, -porque sé de vuestra pericia-, que tenéis todo preparado, amigos Julián, Antonio, José Luis, Vicente,… para que al filo de la una y media de la tarde de este domingo la Santísima Virgen de La Estrella comience a descender, -ante la expectación y la emoción que no sabemos disimular el pueblo penitente de Miguelturra-, desde su camarín hasta el Altar Mayor de su santuario.
¡Viva la Santísima Virgen de La Estrella!, que también dirá desde el Cielo, a buen seguro, Agustín Rivero entre otros muchos. ¡Felices fiestas, por adelantado, paisanos de Miguelturra!