El Santuario de la Virgen de los Santos de Pozuelo ofrece una de las mejores vistas del Campo de Calatrava, en el Estrecho de las Hoces en Puebla de Don Rodrigo paredes de piedra de 100 metros de altura flanquean el Guadiana, la Cueva de Montesinos es el secreto mejor guardado de las Lagunas de Ruidera, los ‘Caballos de la luna’ cobran vida bajo el pincel del maestro Palmero en Almodóvar del Campo y La Mancha tiene su albaicín en Campo de Criptana. Son destinos que no suelen salen en las guías, pero que sorprenden al visitante que acude a Ciudad Real en primavera
La primavera tiñe de color verde los campos manchegos. Los pastos crecen en la llanura, los viñedos tornan a la vida, la flor de la jara motea los montes y los campos de amapolas convierten en un cuadro de Manet el paisaje, pese a la falta de lluvia. Es la mejor época para visitar Ciudad Real, tanto por el paisaje, como por las agradables temperaturas. Aquí van diez planes, para disfrutar de la naturaleza y de los pueblos manchegos, que no salen en las guías y que van más allá de la capital, Cabañeros, las Tablas de Daimiel o Almagro.
El Santuario de Pozuelo: las mejores vistas del Campo de Calatrava
Un monte aislado coronado por viviendas blancas apiñadas alrededor de una ermita rompe el paisaje a dieciséis kilómetros de Pozuelo de Calatrava. El Santuario de la Virgen de los Santos es uno de los entornos más agradables para pasar un día de campo de la provincia y también uno de los mejores miradores del Campo del Calatrava.
Entre dehesas de encinas, enebros y coscojas, por las que pastan terneros, el cerro ofrece una panorámica del macizo volcánico de calatrava, que comprende 3.763 hectáreas y cuenta con más de una decena de formaciones volcánicas de interés, ‘geositios’ contemplados en el proyecto de Geoparque ‘Volcanes de Calatrava. Ciudad Real’. Todavía es posible reconocer cráteres, coladas, anillos de tobas y maares.
De tiempos de la Reconquista, en la ermita de la Virgen de los Santos destaca el artesonado mudéjar y unas pinturas de 1884 -repintadas en 1993-, realizadas en agradecimiento a la Virgen por librar a Pozuelo de una gran plaga de cólera. La rodean la casa del santero y un buen numero de ‘cuartos’, que salen a subasta.