Francisco Matas, una de las caras más visibles de la ONG Solidaridad Manchega con el Tercer Mundo (SOLMAN) ha asegurado que la educación es una de las vías prioritarias para avanzar en el desarrollo de los países más desfavorecidos.
Presente en las XVIII Jornadas de Cooperación para el Desarrollo, celebradas esta mañana en el Centro de Exposiciones y Representaciones Escénicas (CERES) de Miguelturra, Matas ha destacado uno de los más exitosos proyectos que desarrolla la organización, como es la concesión de becas universitarias, este año cinco, a licenciados sin recursos procedentes de países de América y África como Guatemala, El Salvador, Honduras o Togo.
El objetivo de esta acción es el más acertado, a su juicio, porque son agentes sociales “que revertirán el aprendizaje en sus países”.
En este sentido, el voluntario ciudarrealeño ha reflexionado sobre la solidaridad foránea con el tercer mundo. “La cooperación no es la solución”, ha sostenido, frente al ideal que sería “ofrecer herramientas en estos territorios para que pudieran salir por sí solos hacia adelante”.
Su experiencia como cooperante, ha comentado, es enriquecedora, pero también de “impotencia” sober el terreno en un mundo empobrecido en todos los ámbitos básicos de la vida. Ha contado que una vez en Togo tuvieron que llevar a una niña de corta edad al hospital porque estaba enferma de malaria. “Tuvimos que pagar una cartilla para ingresar y se quedó, pero te preguntas si al siguiente minuto habrá otro caso que no será atendido”, ha confesado.
Matas es fundador de esta organización de cooperación referente en Ciudad Real y ha participado de manera directa, como cooperante, o indirecta, en el desarrollo de todos los proyectos, principalmente los implantados en Togo.
Ha recordado que en los años de más apertura financiera por parte de la Junta de Comunidades, SOLMAN ejecutó proyectos “de mucho calado” en infraestructuras como un puente, 35 pozos, un hospital o una iniciativa de reforestación para preservar el ecosistema.
Posteriormente, con la contracción del presupuesto público regional, sobre todo en el mandado de la ‘popular’ Dolores de Cospedal, “tuvimos que concentrar los esfuerzos” en acciones de menor dimensión.
En la actualidad, bajo el modelo de cooperación descentralizada, con aportaciones en la provincia de ayuntamientos como Ciudad Real, Miguelturra, o Manzanares, abordan proyectos de corte educativo, como el impulso de una biblioteca cantonal, un jardín de infancia, o un proyecto de panadería.
También han distribuido ayudas de emergencia por el Covid, para la producción de jabón entre grupos de mujeres y así generalizar el hábito de lavarse las manos, o para ayuda alimenticia a los mayores, un grupo de población muy vulnerable.
También han adquirido material de higiene para un centro médico, o un hangar para celebrar los mercados y preservar a compradores y vendedores de la lluvia o el calor.