El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava ha incorporado a su patrimonio el solar y espacios de una céntrica bodega en desuso, una finca urbana estratégicamente enclavada en el casco urbano puesto que tiene fachadas a las calles Mayor, Tercia y Forraje.
Con una superficie de 1.578 metros cuadrados, la intención de los gestores municipales es transformar sus estancias a cubierto, que datan de 1929, en un museo etnográfico, que rememore el tradicional pasado del campo rabanero.
“Queremos que éste primer museo que vamos a tener en nuestra localidad recoja toda la tradición agrícola y hortelana que ha dado fama a Argamasilla de Calatrava”, comenta la alcaldesa.
Jacinta Monroy añade como “fundamental que no perdamos nuestras raíces y este espacio lo va a hacer posible”, un lugar que conserva intactas la veintena de grandes tinajas de su interior y las estructuras de madera que las soportan.
La regidora, de acuerdo con los planes que el equipo de Gobierno mantiene para este espacio, quiere darle una actividad también social, con la posibilidad de organizarse catas y otro tipo de eventos, además de las propias visitas que se organicen.
Para su adquisición el Consistorio ha destinado 190.000 euros, en la confianza de que el resto de tan amplia parcela puede recibir otros usos y servicios de interés para la población rabanera.
