200 mayores se divirtieron a lo grande en su fiesta de Navidad durante la tarde del viernes. El Pabellón Ferial se llenó de música, alegría y hermandad, en una celebración cuya principal novedad ha sido el cambio de emplazamiento propiciando una mayor afluencia de público que ha disfrutado con las actuaciones de la rondalla ‘Genio y Figura’, la cantante Lola Pérez, y el tradicional chocolate con churros con el que se cerraba la jornada festiva.
La concejal de Servicios Sociales, Alicia Loro, fue la encargada de darles la bienvenida, momento que aprovechó para felicitarles la Navidad, así como para expresar su deseo de poder compartir todos juntos muchas más fiestas como esta. De igual forma, agradeció la colaboración “incondicional” del Consejo de Mayores para cualquier actividad que organiza la concejalía de Servicios Sociales, y la participación de la rondalla y la propia cantante daimieleña.
Loro también explicó que la recaudación de la entrada solidaria de un euro, así como la taquilla del viernes 28 con la obra ‘Lavanderas’, se destinará a Hepa, la asociación española de ayuda a niños con enfermedades hepáticas y trasplantados. Una entrada con la que se sortearon diferentes regalos como un buen surtido de polvorones y dulces navideños.
Rondalla de mayores
La tarde prometía desde primera hora con la interpretación de la rondalla de mayores, que estrenaba el villancico ‘Río de amor’ o un pasodoble dedicado a las personas jubiladas. Por su parte, Lola Pérez optó por la copla con canciones tan reconocidas como ‘Veneno’ de Isabel Pantoja o ‘Trinia’ de Mari Fé de Triana; cambiando después de registro hacia la rumba o la cumbia, muy demandada por este colectivo, que no dudó en acompañar a la artista bailando a los pies del escenario.
Una tarde para compartir y en la que muchos aplaudieron el cambio de lugar de esta cita anual, caso de Pilar y Loli, que aseguraban estar “encantadas” con esta fiesta y que, incluso, comentaron, se podría aprovechar para traer cine a Daimiel. Otros como Cefe y su marido Francisco se animaron de forma activa con el baile, pasando un rato divertido y de asueto, “porque –según afirmaron– los mayores también tenemos derecho a pasarlo bien”.