El Guadiana, siempre al borde del desastre en las últimas décadas, reivindica su condición de río, maltratado y esquilmado en la parte alta de la cuenca, pero río al fin y al cabo, tras la recta final de un invierno que nos ha dejado la mejor racha consecutiva de lluvia en Ciudad Real desde 2010: veintidós días en los que se han recogido 170 litros en Ciudad Real capital, 330 en Fuencaliente y 210 en Puebla de Rodrigo.
Entre el 27 de febrero y el 20 de marzo ha habido más precipitación acumulada que en los cinco meses anteriores –incluido lo recogido en febrero-, de modo que empezamos la primavera con un 20% de lluvia más de lo normal en el año hidrológico (de 1 de octubre a 1 de octubre), y se ha producido una vertiginosa recuperación de los pantanos que han pasado de estar al mínimo (18% ) a acumular casi 70 hectómetros cúbicos más en menos de un mes.
El paso de Emma, Félix y Gisele, las potentes borrascas atlánticas, deja 152 hectómetros en los embalses del Guadiana, que han conseguido el hito de igualar la cantidad de agua acumulada el año pasado, cuando empezaron a saltar las primeras alarmas de desabastecimiento, y se espera más recuperación aún. Pese a todo, la cuenca sigue con un 38% de reservas y no se prevén desembalses a corto plazo como sí se han producido ya en el pantano de Montoro, en la comarca de Puertollano, de la cuenca del Guadalquivir de la que en la provincia sólo dependen dos embalses del entorno de Sierra Morena.
No hemos superado la sequía
¿Hemos superado la sequía?, la respuesta rotunda que dan desde la Confederación del Guadiana y la Agencia Estatal de Meteorología es que no. Es verdad que las presas de Gasset y Torre de Abraham, de las que depende el abastecimiento de Ciudad Real capital y la comarca de los Montes e importantes áreas de regadío, se han recuperado de forma espectacular pasando de 9 a 24 hm3 y de 14 a 60, respectivamente, y que el abastecimiento humano está garantizado, pero los riegos no podrán ser normales, como si lo fueron, temerariamente para muchos, en 2017.
“La situación ha variado pero en cuanto a recursos acumulados no podemos decir que tenemos garantizado el suministro para una campaña normal”, explica José Martínez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que añade que estas lluvias han venido muy bien en general, “pero tampoco hemos salido de pobres, el déficit que arrastra la cuenca alta es muy importante”.
La euforia, sobre todo en el suroeste de la provincia y el entorno de Piedrabuena, Luciana, Puebla de Don Rodrigo y los Montes de Toledo, no debe tapar una cruda realidad que cada vez se evidencia más en la España seca: la excesiva dependencia de la lluvia y la escasez crónica de agua derivada no de que llueva más o menos, que también (el cambio climático implica un progresivo calentamiento del planeta), sino que los consumos siguen creciendo.
El Gobierno no está sabiendo dar las respuestas adecuadas
Algo de lo que han alertado en esta semana en la que se ha celebrado el Día Mundial del Agua organizaciones conservacionistas como SEO/BirdLife que avisa: España no sólo se enfrenta a una situación grave de escasez (provocada por una inadecuada planificación y gestión, ya que la demanda supera la disponibilidad del recurso) sino que las propuestas que recientemente ha presentado el Gobierno para hacer frente a esta amenaza son claramente inadecuadas y agravarán más aún el problema. “Para encontrar una solución satisfactoria a todos los problemas relacionados en el agua bastaría con la aplicación efectiva de la Directiva Marco de Agua que incorpora los mecanismos legales para hacer un uso sostenible de este recurso”, explica en el comunicado oficial del 22 de marzo Roberto González, responsable del programa de Aguas de SEO/BirdLife.
“Es preciso dejar que los ríos sean su propia solución”
Lo que propone esta organización es lo que estamos palpando estos días en Ciudad Real con la recuperación de afluentes del Guadiana como el Tirteafuera o El Bullaque: “Es preciso dejar a los ríos que sean su propia solución, y parte de la nuestra”. Según González, “es difícil de entender por qué el Gobierno español sigue creyendo que la respuesta está en financiar nuevas grandes obras hidráulicas y embalses, cuando este es el camino contrario de lo que nos propone Naciones Unidas”.
Las aguas subterráneas, claves
La organización admite que las últimas lluvias han mejorado la situación hídrica pero insiste en el comunicado que han lanzado por el Día Mundial del Agua 2018 que no deben ser motivo para contentar las nuevas expectativas, “se necesita tiempo y gestión para que se recarguen los acuíferos subterráneos, que son la verdadera reserva de agua del país ante los ciclos naturales de sequía y la nueva realidad climática”.
Los agricultores reivindican su derecho a regar y producir
Las expectativas legítimas de los agricultores en este inicio de la primavera ya están aquí. Los regantes de aguas superficiales que se habían resignado a no poder regar esta campaña reconocen estar esperanzados. “Estamos supercontentos”, admite Mar Rodríguez, presidenta de la comunidad de regantes de Torre de Abraham, el principal pantano de la cuenta oriental del Guadiana, que tras la espectacular recuperación del embalse, impensable hace solo tres semanas, se aventura a apostar porque la Confederación Hidrográfica del Guadiana levante la mano: “Ojalá nos dejen regar por lo menos un 30%, siempre por supuesto garantizando que haya agua para consumo humano”.
No podrán saberlo hasta que la Confederación les vuelva a convocar a otra reunión, el próximo 4 de abril, en la que entienden que se podrían modificar las restricciones impuestas el pasado 1 de febrero en la junta de explotación, “entonces se dijo que todo dependería de si llovía, pues bien, ya lo ha hecho”, apostilla Rodríguez.
El presidente de la Confederación reconoce que no todas las situaciones son las mismas, y que en función de eso y de cómo estén las reservas en abril se planteará a los usuarios lo que deben hacer. “El pantano de Gasset se ha recuperado muy bien y se podrá hacer una campaña casi normal, la recarga en Torre de Abraham ha sido muy importante, pero no podemos hablar de situación de normalidad”, insiste. Tampoco podrá ser normal la campaña de la zona de regable del pantano de Peñarroya, en la comarca de La Mancha, que se encuentra al 50% de su capacidad “y sigue teniendo cierta problemática”.
Lo que no pueden frenar estos análisis es el entusiasmo ciudadano por la naturaleza y el agua en esta primavera en todos los pueblos de la provincia, tras al menos cinco años de grave sequía. El fin de semana pasado las Tablas de Daimiel, que ha doblado la superficie encharcada aunque siguen manteniendo un difícil equilibrio entre lo que son y lo que deberían ser, ha experimentado un repunte de las visitas, muy dependientes de la cantidad de agua y aves. Cabañeros amplía horarios por Semana Santa y la llegada del buen tiempo y las expectativas generales para el sector del turismo de naturaleza son excelentes.
En Fuencaliente, en las sierras de Alcudia y Madrona, los senderistas están esperando una tregua para acercarse a contemplar esas espectaculares chorreras y cascadas renacidas y son decenas las personas que esperan disfrutar del espectáculo que intuyen ofrece ya el agua en el entorno del embalse de Torre de Abraham y en cientos de lugares de toda la provincia, conscientes de la excepcionalidad de los últimos veintidós días de invierno.
