Lanza /B.R.
Ciudad Real
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Talavera de la Reina a dos personas como presuntas autoras de un delito de estafa en grado de tentativa, después de que junto a un tercer varón, detenido por agentes de la Policía Local en Ciudad Real, trataran de engañar a una mujer de 73 años con el conocido timo del ‘tocomocho’, que consiste en ofrecer una serie de billetes de lotería, supuestamente premiados, a cambio de dinero en efectivo.
En esta ocasión la víctima fue abordada en la calle Cementerio de Ciudad Real, a finales del mes pasado, por una persona “el tonto”, que dijo tener cinco boletos premiados que no necesitaba.
Después apareció otro hombre, “el gancho”, que logró convencer a la mujer para que todos juntos se desplazaran a bordo de un vehículo hasta una sucursal bancaria donde ella podría retirar 7.000 euros para comprarle los billetes de lotería.
La estafa no llegó a consumarse “gracias a la perspicacia de los empleados de la sucursal que se percataron de lo que estaba ocurriendo, frustrándose las intenciones de los autores”, explica la comisaría en un comunicado.
En ese momento agentes de la Policía Local detuvieron a un tercer implicado que se encontraba en la oficina bancaria haciendo funciones de vigilancia.
Las investigaciones de los agentes de la Policía Nacional de Ciudad Real condujeron después a la identificación del “tonto» y del «gancho», y a su localización y detención en Talavera de la Reina.
Hay que desconfiar de las gangas
Desde la Policía Nacional se aconseja a los ciudadanos que desconfíen de posibles gangas y de posibles ofertas de obtener un dinero fácil de forma rápida. Hay que ser conscientes de que “nadie da duros a pesetas” y la mejor prevención es el sentido común.
Jamás hay que sacar dinero de un banco si nos lo piden desconocidos, aunque ofrezcan aparentemente un gran negocio. Conviene no olvidar que en la mayoría de los timos intervienen al menos dos delincuentes perfectamente concertados, pero aparentando desconocerse mutuamente y que saben ser convincentes para hacer creíble su historia. Estas personas habitualmente se distribuyen los roles del “tonto” y del “gancho”, siendo este último el que se suele acercar a la víctima simulando ser un viandante y haciéndole ver que no puede dejar pasar la ocasión.