La Guardia Civil de Ciudad Real, en colaboración con la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de Madrid y la Policía Judicial de Tres Cantos (Madrid), ha detenido a cinco presuntos mafiosos, relacionados con el crimen organizado de la Costa de Sol, por la detención ilegal de dos hombres, “guardeses” de grandes de droga, que temieron ser ajusticiados en un viaje de Málaga a Madrid, supuestamente para dar cuenta a los jefes de la organización del robo de una tonelada de hachís.
Los detenidos en Santa Cruz de Mudela y Madrid son de nacionalidad italiana (dos de ellos napolitanos), holandesa, marroquí y de República Dominicana (la única mujer del grupo), según ha podido confirmar Lanza.
Pensaron que los iban a matar
Uno de los secuestrados pidió auxilio en una estación de servicio de la A-4 el 15 de mayo, cuando viajaba contra su voluntad con los presuntos mafiosos con destino incierto (pensó que lo liquidaban). Este hombre logró contactar con empleados de la estación de servicio (escribió eb una libreta lo que le estaba pasando). Los empleados del área de servicio alertaron a la Guardia Civil de lo que ocurría. A lugar, en Santa Cruz de Mudela, fueron varias patrullas y detuvieron a dos de los presuntos secuestradores, ha informado el Instituto Armado en un comunicado.
Durante el trayecto realizaron una parada en un área de servicio, momento en el que una de las víctimas consigue una libreta a través de un camarero y deja una nota pidiendo ayuda, pues ambos sienten peligro por su vida al darse cuenta de que los estaban llevando a algún lugar a rendir cuentas sobre lo sucedido. Por lo que tras el aviso de este trabajador la Guardia Civil.
Represalia por la desaparición de 1 tonelada de hachís
La víctima contó después antes la Policía Judicial que tanto él como otro compañero tienen una guardería de grandes cantidades de droga en Málaga, y que la noche anterior otro grupo de personas les habían robado una tonelada de hachís, tras un asalto en el que los habían maniatado y amenazado.
Cuando se fueron estas personas de la finca les contaron a los presuntos secuestradores -para los que trabajaban-, lo que les había ocurrido pero parece que no les convenció la explicación y los obligaron a montar en dos vehículos distintos para ir a Madrid “a dar cuenta a sus jefes”. En ese viaje es cuando aparece la Guardia Civil.
A una de las víctimas la interceptaron en Santa Cruz de Mudela a la otra en Madrid.
Los detenidos junto con las diligencias policiales por estos hechos han sido puestos a disposición del juzgado en funciones de guardia de Plaza Castilla (Madrid).