Como un reto “ilusionante y mucha responsabilidad”. Así afronta Blanca Fernández su designación como cabeza de la lista del PSOE de Ciudad Real al Congreso de los Diputados de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril.
Con un discurso proverbial y fluido en el que ha empezado a valorar la actualidad nacional, en una entrevista con este diario digital no se cansa de apelar al desafío personal que se ha planteado para trabajar por “conseguir una España más social, justa, moderna y unida”.
La actual vicesecretaria del PSOE ciudarrealeño y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, presenta sus credenciales de manera cercana: “soy Blanca, de Porzuna”, señala dentro del compromiso con el puesto que estrenará como parlamentaria nacional, “para poner en evidencia en el centro de la política que hay necesidades, como las de nuestra provincia, que hay que hacer prioritarias”.
“No puedo garantizar que voy a traer una autovía, un tren o una tubería, sostiene, pero sí garantizo que voy a trabajar por los problemas que afectan a los territorios más vulnerables”.
La despoblación y el cambio climático son dos fenómenos que le preocupan de manera especial, como política y como madre, y, en su opinión, necesitan una atención estructural en la agenda gubernamental española. “Tenemos que dejar a nuestros hijos un entorno sostenible, equitativo e igualitario”, afirma.
Mujer de partido, acata que “mucha gente coincidiera en que yo debía encabezar la candidatura al Congreso”, una lista “potente, territorial y paritaria”, que mezcla “experiencia, con la juventud de Miguel González Caballero, número 2, de 27 años, activista de plataformas anti desahucio y de gran valía”, y que introduce “fichajes como la actual portavoz de la ejecutiva local de Ciudad Real, Cristina López Zamora (número 3)”, además de Antonio de Toro López y Luz María Sánchez García.
En conjunto a los nombres socialistas ciudarrealeños que concurren al Senado, valora que “somos gente preparada y de aquí, que no se quiere despegar de su tierra, que seguiremos viviendo en nuestros pueblos, e iremos a Madrid a trabajar, no sólo por el interés de estar en el Congreso sino para conseguir de manera real avances para los ciudarrealeños”.
Fernández tampoco pierde la mirada social que siempre ha nutrido su dedicación pública, por lo que el salto a la política nacional estará sustanciado en un bagaje político de dos décadas (fue alcaldesa de Porzuna entre 2001 y 2008), en el que siempre ha defendido “la atención a los colectivos más desprotegidos”.
Perspectivas electorales
La socialista porzuniega confía “en no decepcionar a los ciudadanos de la provincia”, de quienes espera recabar la confianza “para que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno”.
Las perspectivas electorales del PSOE a nivel nacional, destaca, son positivas porque “las cosas van razonablemente bien”, y como candidata ciudarrealeña pondrá su granito de arena en la campaña para reforzar esta estimación y poder ser ganadores ante las cinco plazas de la circunscripción de Ciudad Real que se juegan en el Parlamento nacional (en la actualidad 3 del PP y 2 del PSOE). Apelará al voto útil no sólo de los socialistas convencidos, sino de los votantes de izquierda, cuyos apoyos a IU o Podemos en pasados comicios “no se sustanciaron y fueron ineficaces”. Recuerda que estas fuerzas no consiguieron diputados “estando en sus mejores momentos y con la intención de voto más alta de su historia”, a la vez que avisa de la bajada en intención de voto a Unidas Podemos.
Por ello, la diana de su mensaje estará “en la izquierda progresista de España y en la gente moderada, de centro, que está harta de ver cómo hay políticos que insultan, tensionan, crispan o exponen ocurrencias como lo de las armas (en referencia a la propuesta del líder de VOX de guardar pistolas en casa para la defensa de supuestos ataques)”.
Igualmente, lamenta “la frivolización y simplificación de los problemas” en la política española de estos “nuevos populismos”, y que la democracia española ya consolidada “pueda correr el riesgo de tener gobiernos del tinte de los que se han asentado en países que creíamos más desarrollados y que ahora están retrocediendo”.
Frente “a los mensajes que llegan al estómago de muchos votantes para obtener rédito electoral”, desde el PSOE “queremos conjurarnos para seguir modernizando a España y para afrontar los retos del siglo XXI”.
Infraestructuras
Respecto a las infraestructuras necesarias para el desarrollo provincial como la autovía A-43, trabajará para que en la próxima legislatura la “opción sur sea una realidad”, sin olvidar “el trazado norte”.
Igualmente, la N-430 “no se ha tocado en 7 años de Gobierno del PP y siendo Rosa Romero cabeza de lista de este partido, a pesar de ser una de las vías más peligrosas de España”. Para el PSOE “es una infraestructura por la que hay que apostar”, tal y como “ha hecho Pedro Sánchez en ocho meses para mejorar su seguridad”.
En el caso de la demandada autovía entre Ciudad Real y Toledo, un proyecto “con mala suerte” entre los recortes de la crisis y la anulación de una parte del trazado previsto, “habrá que diseñar una nueva propuesta”.
Pero uno de los grandes retos que preocupa a la candidata es el despoblamiento de la España interior y de comunidades como Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León extremad Castillas. “Ha estado abandonadas históricamente, frente a los ejes mediterráneos, más favorecidos”, opina.
Por ello, espera que “toda la inteligencia que se reúne en Madrid (Congreso) “priorice este problema como de primer nivel y diseñe estrategias de largo recorrido”, al igual que la hoja de ruta iniciada en Castilla-La Mancha con los gobiernos socialistas, o el libro blanco que está elaborando la Diputación de Ciudad Real. A su juicio, trasversalmente “hay que tener una mirada y perspectiva nacional”.
En el ámbito hidráulico “hay muchos retos” como el desarrollo de la tubería manchega para el abastecimiento, además de un cambio de modelo de trasvases en España, tras años de cesiones de agua a Levante desde el Tajo.
¿Pero será la legislatura en la que se acaben los trasvases?
Ante esta cuestión, Fernández asegura que hay que encontrar una solución “definitiva” porque científicamente la cuenca del Tajo “no es excedentaria, y no se puede tratar como tal”. Además, su cauce “se está secando, contaminando y poniendo en peligro su ecosistema”, una situación que no tienen en cuenta los regantes de Levante, que “sólo piensan en la próxima campaña”. “Hay otras alternativas de la mano de la tecnología”, asegura, como la extracción de agua del subsuelo y con la desalación.
Para acabar con esta dependencia aboga por que las fuerzas políticas hagan “una reflexión de conjunta en la región”, con un pacto que apunte a un blindaje del río, dado que “no puede ser un mar inagotable”, aunque dice echar en falta “el compromiso sincero del PP y de Ciudadanos”.
Social
En la política social, lo más urgente para Fernández es derogar la reforma laboral que “ha dejado un país lleno de trabajadores pobres”.
Critica los aspectos lesivos de una legislación que ha bajado los sueldos una media del 20% respecto a antes de 2008, aliviados ahora por la aprobación del SMI en 900 euros.
“Si el trabajo no permite a los jóvenes que lleguen a fin de mes, emanciparse, constituir una familia y un proyecto vital, tenemos un problema como sociedad”, remacha.
En el ámbito de las pensiones, Fernández apuesta por sentar las bases para dar sostenibilidad al sistema público para permitir “tener una vejez digna”.
Reprueba la reforma unilateral en 2013 del Gobierno de Rajoy “que precarizó y empobreció a los jubilados, con subidas anuales del 0,25%, que suponían la congelación”, y con la intención de cambiar el modelo del cálculo en 2025, “que habría reducido a la mitad las pensiones”.
“No es una opción para el PSOE”, una partido que trabaja, según la candidata socialista, por alcanzar consensos en el Pacto de Toledo, a favor de cotizaciones sociales vinculadas a empleos dignos, y con la eventualidad de inyectar dinero desde los Presupuestos Generales del Estado y así “dar sostenibilidad al sistema”.
Por su parte, la lucha del cambio climático es, para Fernández, otro de los desafíos prioritarios que ha de ponerse “encima de la mesa”, a pesar del “negacionismo de los partidos de derechas”. Para la portavoz socialista los datos son irrefutables y sus consecuencias, más.
“En una década, según los científicos, tendremos un 25% menos de reservas de agua en un país ya seco, y la costa se inundará por el deshielo del Ártico”. Este escenario obliga “a tomar conciencia inmediata y a ponernos a trabajar para frenar el calentamiento porque tenemos la obligación de dejar un planeta habitable a nuestros hijos”.
De manera paralela, apunta a hacer un “análisis serio” en el que se protejan actividades tradicionales como la caza, que “bien gestionada es positiva para el campo, para la economía y para el empleo”.
Así lo han entendido los gobiernos socialistas en Castilla-La Mancha, al proyectar “un desarrollo económico medioambientalmente sostenible”, que ha permitido proteger uno de cada cuatro kilómetros cuadrados (18.000 de 80.000 km2). “Un modelo a exportar”, subraya.
Conflicto catalán: consenso con renuncia
Preguntada por el conflicto catalán, la actual portavoz del PSOE en las Cortes castellano-manchegas respalda la política del Gobierno de Pedro Sánchez de no ceder a quienes “piden la luna, y no se les puede entregar porque no es de nadie”. Apela a soluciones políticas “de consenso”, que impliquen “la renuncia a la independencia y al referéndum”, pues de lo contrario “el acuerdo sería imposible”.
Como militante socialista lamenta que “la izquierda catalana defienda la falacia de que ‘España nos roba’”, un concepto “contraideológico” para un estrato político con gran sentido “internacionalista”, y defensor a ultranza de un modelo igualitario y equitativo.
De esta manera, respalda la gestión de España que hace el Estado como nación, frontalmente opuesto, a su juicio, con el valor ‘per se’ que las formaciones nacionalistas dan a los territorios como estructuras garantes del nivel de bienestar de sus ciudadanos.
“Son las personas, sean de la Serranía de Cuenca o de Sabadell, las que contribuyen a la financiación del Estado en un sistema progresivo, y son ellas como sujetos políticos las que han de recibir los servicios de manera igualitaria”, explica.
