El Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social está evaluando el estado de la estructura del edificio que fue sede de la extinta CEOE de Ciudad Real hasta 2006 y que tras su reversión en 2015 volverá a acoger a la Federación de Empresarios de Ciudad Real (Fecir).
El inmueble, pendiente de un proyecto de rehabilitación integral desde hace varios años a cargo de dicho departamento ministerial (es propiedad de patrimonio Sindical del Estado), sufre evidentes deterioros por el abandono y los efectos de las lluvias, hasta tal punto que en las últimas semanas los técnicos del Ayuntamiento han advertido de su mal estado, incluso de peligro de derrumbe, según ha explicado a este digital el presidente de Fecir, Carlos Marín.
Ante el aviso, un arquitecto y un ingeniero enviados por Trabajo han revisado este jueves el edificio, ubicado en la Ronda de la Mata, para comprobar las condiciones en que se encuentra y hacer una evaluación técnica que, posteriormente, plasmarán en un informe.
Las obras de recuperación del que fuera un antiguo sanatorio (fue construido en 1948) están pendientes desde que a principios de 2017 fuentes del departamento ministerial anunciaran su recuperación en un ambicioso proyecto calculado para su realización en dos años, y con una financiación de un 1,8 millones de euros, previstos en los PGE de 2017.
Marín ha advertido del riesgo que entraña el estado del inmueble, según le han comunicado técnicos del Ayuntamiento, y ha dicho estar a la espera de “la valoración” de los profesionales encargados por el Ministerio “sobre si van a seguir con el proyecto o no“, mientras que él entiende que “sería más barato levantar el edificio nuevo”.
“Lo que queremos es que se haga lo que sea más rápido, para mudarnos y poder restañar el honor de los empresarios de la provincia (la CEOE construyó un nueva sede en Miguelturra que provocó su quiebra)”, ha indicado, a la vez que ha resaltado el potencial urbano que tendrá su recuperación en una de las zonas de entrada a la ciudad.
Marín ha recordado que la primera fase del proyecto previsto para la rehabilitación integral tenía un presupuesto de un millón de euros y un plazo de ejecución de seis meses, mientras que la segunda, tras la carencia de otro medio año (así lo marca el procedimiento público), con una partida de 800.000 euros, se iba a centrar en la habilitación de nuevas dependencias, además de un aparcamiento.