J. Y. / Ciudad Real
La Fiscalía, las acusaciones particulares y la defensa acordaron este martes la pena de siete años y medio de prisión para el hombre de 74 años acusado de un delito de estafa continuada y otro de estafa en documento mercantil, que huyó fuera de España cuando ocurrieron los hechos (a principios de los años 90) y volvió este mismo año porque pensaba que habían prescrito los delitos. El acuerdo, que evitó la celebración del juicio previsto en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, se produjo tras 16 años desde que se denunciaran los hechos, por los que también fue juzgado y absuelto el hijo del procesado, J. A.C.F. El fiscal jefe de la Audiencia, Jesús Caballero, explicó a los medios que tras reconocer los hechos, las partes acordaron solicitar seis años por el delito de estafa inmobiliaria, y año y medio por el de falsedad, aunque indicó que presumiblemente “no permanecerá mucho tiempo en prisión”, por la elevada edad (está a punto de cumplir 75 años). Al parecer, el procesado ha estado huído de la justicia española en un país sudamericano desde que se destapó el fraude, hace más de 15 años, motivo por el que no se le pudo juzgar en un caso que fue reabierto a principios de este año, tras ser detenido en Torrevieja (Alicante). Caballero destacó “la ejemplaridad” de la pena de 7,5 años, así como la “amplias” responsabilidades civiles, cifradas en varios millones de euros, comprometidas con la casi veintena de afectados. Pero estas indemnizaciones no podrán ser cobradas porque, según el fiscal, el procesado se declaró insolvente, así como, al parecer, las víctimas tampoco tenían contraída cobertura de seguros. Los hechos tuvieron lugar entre los años 1989 y 1994 cuando E. C.M., natural de Hinojosas de Calatrava, urdió una trama inmobiliaria -de la mano de las constructoras Calfer y Calero MNEZ- con la que estafó a una veintena de personas en distintas operaciones en Ciudad Real (en las calles Lirio y Azucena) y en Puertollano (Avenida Primero de Mayo), y con las que obtuvo alrededor de tres millones de euros de beneficios. En este sentido, el fiscal señaló que la mecánica comisiva consistió en la adquisición de fincas para levantar supuestas promociones de viviendas, cuya financiación comprometía por adelantado con préstamos hipotecarios y que al no ser satisfechos eran ejecutados por las entidades bancarias. Cuando se empezó a descubrir el fraude y “ante el miedo” que empezó a sentir el procesado, huyó fuera de España y la justicia lo declaró en situación de rebeldía, hasta que fue detenido hace unos meses al volver de Uruguay porque pensaba “que su delito había prescrito”. Así, por el riesgo de huída fue detenido e ingresado en la prisión de Herrera de la Mancha a espera del juicio. En el acto del acuerdo celebrado ayer, el exconstructor aceptó todos los hechos, y la petición de cárcel fue rebajada de 12 a siete años y medio, aunque las partes mantuvieron las altas cantidades de las indemnizaciones. Suspensión de pena De su lado, la abogada defensora de E. C. M. , Carmen Nieva, dijo que iniciará los trámites para pedir la suspensión de la pena con los recursos de tercer y cuarto grado, con el fin de que se tenga en cuenta su avanzada edad y sus circunstancias personales relacionadas con la salud. “Voy a solicitar la suspensión de condena por las patologías cardíacas que sufre como tiene acreditado y por su edad, pues va a cumplir 75 años”, explicó. Ahora será el correspondiente Juzgado de Vigilancia Penitenciaria el que resuelva si E.C.M. alargará o no su estancia en prisión.