La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a nueve años de cárcel -solo uno menos de lo que pidieron las acusaciones- a un pintor de 52 años de origen paraguayo, R.Y., por abusar de una niña de nueve años, hija de los dueños de una vivienda de Carrión en la que trabajó en el verano de 2019.
El acusado, que alegó en el juicio que es incapaz de hacerle algo así a una niña, también tendrá que cumplir catorce años de alejamiento a menos de quinientos metros de la menor, otros catorce de inhabilitación para ejercer trabajos que impliquen contacto con niños, y a ocho de libertad vigilada, una vez cumplida la pena de prisión.
La sala fija 18.000 euros de indemnización por daños morales a la familia de la cría, tres mil euros más de lo que pidió el ministerio fiscal inicialmente.
La sentencia considera probado que R.Y. aprovechó varios días de trabajo como pintor en el domicilio de la familia de la menor (lo ayudaba otro trabajador) para hacerle tocamientos sexuales a la niña, cuando no lo veían. Se considera probado que en una ocasión le introdujo un dedo en la vagina, lo que agrava el delito por el que se le ha condenado: abuso sexual a menor de 16 años del artículo 183. 1 y 3 del Código Penal, en agosto de 2019.
La niña se lo contó a otra niña meses después
La niña contó lo que le había pasado unos meses después, a otra menor, fue así como se enteraron los padres que pusieron la denuncia en octubre de 2019. El tribunal le ha dado la máxima credibilidad al testimonio de la menor, representada en el juicio por Concha Marín, abogada del programa Revelas-m de la Junta de Comunidades.
La denunciante ha necesitado apoyo psicológico desde que denunció a través del programa Revelas-m y también declaró con ayuda en el juicio, que se celebró a puerta cerrada el pasado mes marzo.