El gran parón sufrido por el transporte aéreo durante la pandemia se ha convertido, paradójicamente, en una oportunidad para el aeropuerto de Ciudad Real, que cuenga estos días el cartel de “completo” en su plataforma de estacionamiento de aeronaves, donde hay casi 60, de los modelos Boeing 747-400, A-319, A-320 A-321 A-330 a A-340, según ha podido saber Lanza.
Por esta razón, CRIA, la empresa propietaria de la infraestructura, ha acelerado las obras de ampliación del espacio para estacionamiento de aviones, puesto que, al parecer, la demanda está siendo muy elevada. Dicha actuación se realiza sobre una amplia superficie según se puede ver desde diferentes zonas del aeropuerto, lo que va a permitir ampliar notablemente el espacio de estacionamiento actual.
El aparcamiento de larga duración de aeronaves (LTP, por sus siglas en inglés) incluye las actividades más comunes de preservación y mantenimiento de las aeronaves aparcadas que realizan empresas especializadas de MRO (Mantenimiento, reparación y conservación) para asegurar el perfecto estado de la aeronave y su plena disponibilidad para volar cuando sea requerida para ello.
En total, ya son más de 100 las personas que trabajan en el aeropuerto, entre las 50 que forman parte del personal propio más el de las empresas que trabajan allí, como son Jet Aircraft Services (JAS), Willis Lease Corporation, Hispano Lusitana de Aviación (HLA), Direct Services y Kinetic Global Support.
La gran superficie disponible, que no está condicionada por usos anteriores, la buena meteorología y la localización geográfica, así como la conectividad del aeropuerto con otros modos de transporte (ferrocarril convencional y de alta velocidad, red de carreteras de alta capacidad) y los equipamientos disponibles (aduana, depósito aduanero…) han hecho del aeropuerto de Ciudad Real un enclave atractivo para este tipo de actividades, que se han visto incrementadas notablemente con la paralización de la actividad aérea a escala mundial ocasionada por el coronavirus.