Los primeros vientos de la Semana Santa de Tomelloso llegan con el acto del pregón de la Hermandad de Jesús Pobre que tuvo lugar este sábado en la Parroquia de Los Ángeles. Numerosos fieles acudieron a escuchar al joven sacerdote Abel Fuentes, que en su pregón reclamó vivir una Semana Santa en su máxima pureza y esencia. Como ya es tradicional, la saeta también se hizo presente con el cantaor Ramón Navarro y la entrega de distinciones a personas que tienen una especial vinculación con la Hermandad. El acto contó con la presencia del cura párroco, Antonio López Castro; los concejales del Partido Popular, Javier Navarro y José Márquez; del presidente de la Hermandad de Jesús Pobre, Pablo Ortiz, directivos de la Hermandad y representantes de la Junta de Cofradías.
Ramón Navarro cantó saetas al principio y al final del acto, y aunque echó de menos el acompañamiento del tambor, logró salir airoso en un género de cante que exige muchos registros de voz y una gran entrega.
La música cedería el turno a la palabra con el pregón de Abel Fuentes. La presentadora leyó la trayectoria pastoral de un hombre que fue ordenado sacerdote en octubre de 2021. Empezó leyendo una oración-poema escrita por un grupo de jóvenes cristianos. En su primer pregón confesó que es cofrade “hasta la punta del capirote” y recuerdo sus vivencias en la Semana Santa de Campo de Criptana. “Para mí la Semana Santa es un tiempo de Pasión apasionado”, dijo.
Aseguró que en el año y medio que lleva de sacerdote, su vivencia de la Semana Santa ha evolucionado y lamento esa “teología de medio Cristianismo y Evangelios rebajados” que tanto abunda, subrayando que “la Fe es lo puesto a la mediocridad, es valentía y una historia de amor”. Y en esta idea insistió Abel Fuentes manifestando que “por su gran amor ese pobre loco nos recuerda cada Viernes Santo que soportó lo que soportó por un amor infinito. Lo valemos todo para él”. Se mostró contrario a esas representaciones y conceptos de un Dios “más moderado, amortiguado y reducido, a mi me gusta el Dios de naturaleza débil, necesitado de compañía de una madre, de mirada y compañía”. El pregón fue premiado con una larga ovación de los fieles. Pablo Ortiz entregó al sacerdote un diploma conmemorativo del acto en el que también fue reconocido como Hermano de Honor, Apolonio Peco, y se otorgó una mención especial a la familia Caro Olmedo por su generosa disposición a colaborar siempre con la Hermandad.