El juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 3 de Ciudad Real ha abierto diligencias previas por un posible caso de abuso de autoridad tras la denuncia que formuló el miércoles un ciudadano C.T.L., detenido el martes como presunto autor de delito contra la seguridad vial (conducía borracho y se llevó por delante varias señales de tráfico).
C.T.L. acusa de brutalidad a los tres policías locales que lo arrestaron y lo llevaron al calabozo de la jefatura porque dio 0,93 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando fue sometido al test de alcoholemia (la tasa delictiva está en 0,60).
A partir de ahí y hasta que, horas después fue conducido a la comisaría de la Policía Nacional, su abogado José Carlos Madrid dice que fue víctima de “un trato muy poco ortodoxo por parte de tres agentes, que a nuestro entender cometieron abuso de autoridad y se excedieron en el uso de la fuerza”.
Sin entrar en detalles, el letrado dice que una vez en comisaría recibió “un trato exquisito” y se acogió a su derecho a no declarar. A la mañana siguiente, asistido ya del propio Madrid, formuló la denuncia, que se apoya en un parte de lesiones “avalado por tres forenses”, afirma.
El fiscal jefe provincial, Jesús Caballero Klink, confirmó ayer a este periódico que tras la detención del denunciante por un presunto delito contra la seguridad vial, “se ha deducido testimonio aparte y se está investigando, como es nuestra obligación”. No obstante la fase es tan inicial “que no hemos tomado ninguna postura sobre los hechos que se denuncian”.
José Carlos Madrid ha pedido al juzgado que se aporte la grabación de las cámara de seguridad del calabozo de ese martes y confirma que su patrocinado ha sido detenido en otras tres ocasiones, “pero eso no tiene nada que ver con la denuncia”.