David J.N.G., un conocido ‘multirreincidente’ por robo y violencia de género de 42 años de Ciudad Real, ha sido absuelto por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, al no haber quedado probado que sea autor de una oleada de cinco robos en la comarca capitalina, en diciembre de 2020.
La Sala ha respaldado la posición de la Fiscalía en el juicio, celebrado el pasado 22 de junio, sobre que “no había huellas, ni pruebas contundentes, solo indicios”, y por ello no puede acusar a este ciudarrealeño como autor de varios robos.
En concreto, no consta la presencia del procesado a primera hora de la tarde del 11 de diciembre de 2020 en la nave de Instalaciones Miguelturra, donde forzaron la entrada y robaron 7.000 euros en efectivo, dos teléfonos móviles, dos ordenadores portátiles y diverso material de fontanería, climatización y calefacción, todo valorado en 13.904,24 euros.
Así como tampoco hay pruebas de que fuera el autor de la entrada ilícita a las instalaciones de la empresa CAFRIS, en Torralba de Calatrava, donde fueron sustraídos cinco euros de la caja de recaudación y dos pendrives con información de clientes.
El tribunal señala que las partes acusadoras no entregaron las grabaciones de las cámaras de seguridad, tan solo capturas de móviles, así como “la ratificación de los agentes de la Guardia Civil del resultado del visionado no puede estimarse suficiente, ya que no permiten a este Tribunal observar el resultado de dicha grabación”.
Los magistrados también descartan de todo valor probatorio los fotogramas aportados a las actuaciones, dado que “se obtuvieron de unas grabaciones que no han sido aportadas al presente procedimiento”.
Igualmente, no estiman como prueba suficiente las razones aportadas por las acusaciones, como la constancia de los robos perpetrados, las muestras de las grabaciones en los que se visualiza al autor de los hechos con una vestimenta similar a reconocida como del acusado, la grabación de los vehículos con los que presuntamente se cometió el delito de robo o el hallazgo tras el seguimiento del acusado en un paraje en el que estuvo el mismo de la caja de caudales reconocida por la representante legal de Instalaciones Miguelturra.
En base a estas premisas, David J.N.G. se enfrentaba a más de 10 años de penas, con el agravante de reincidencia, entre los cinco años de prisión solitados por Cafris, y los 5 años y seis meses que pedía la letrada de Instalaciones Miguelturra.
En el juicio, el acusado negó los hechos.