Noemí Velasco/Ciudad Real
El Instituto Nacional de Estadística (INE) indica un saldo migratorio positivo tras experimentar balances negativos desde 2010. Los datos ofrecidos en el mes de diciembre de 2016 señalaban que en el primer semestre hubo una inmigración de 186.059 personas, aunque el número de extranjeros bajó un 0,5%, derivado de la adquisición de la nacionalidad española, hasta situarse en 4.396.871 personas. La población en España aumentó sólo en 22.274 personas, hasta los 46.468.102 habitantes, como consecuencia de la emigración de españoles al extranjero. Las cifras poblacionales, sin embargo, son negativas en Castilla-La Mancha, donde hubo un decrecimiento, al pasar a 2.044.853.
La llegada de migrantes a España es continua, a pesar del aumento de los controles en las costas que han producido que rutas tradicionales hayan quedado desiertas, y el tercer aniversario de la ‘tragedia del Tarajal’, la playa ceutí donde quince personas murieron ahogadas mientras que las Fuerzas del Estado disparaban pelotas de goma y botes de humo para que no llegaran a la costa española, ofrece un buen motivo para analizar la situación de los inmigrantes en la provincia.
ACCEM detecta un repunte en la llegada de menores extranjeros, en un momento en el que las imágenes de refugiados rescatados en el Mediterráneo son permanentes, en el que las asociaciones por los derechos de los inmigrantes exigen “igualdad” y “participación” ante el temor del ascenso de gobiernos xenófobos, y en el que muchas de esas personas que llegaron a España en la ‘crisis de los cayucos’ todavía luchan por regularizar su situación.
Programa de ‘autonomía’ de ACCEM
La llegada de inmigrantes que huyen de la guerra o la miseria a las costas europeas es permanente a través de la campaña de rescates que capitanean ongs a nivel internacional en el Mediterráneo, pero este lunes los españoles ‘almorzamos’ con un nuevo salto a la ‘valla’ de Melilla. La Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem), que promueve proyectos para la inserción integral de inmigrantes y refugiados en la sociedad, detecta un aumento del flujo de inmigrantes, tanto en pateras como debajo de camiones, que disminuyó en los peores años de la crisis. El repunte comenzó hace “un par de años” y la mayoría son marroquíes y subsaharianos.
El coordinador de ACCEM en Ciudad Real, José Miguel Pérez Taboada, indica que en la actualidad “25 jóvenes de entre 18 y 24 años participan en el programa de autonomía” para conseguir la integración total en la sociedad en esta provincia. La cifra varía a lo largo del año, por lo que el coordinador calcula que este 2017 habrá una media de 30 personas en Ciudad Real y unas 150 en toda Castilla-La Mancha. Aparte, ACCEM gestiona el centro de acogida para menores de Miguelturra, donde conviven chavales españoles tutelados por la Administración, con menores inmigrantes, la mayoría de entre 14 y 18 años. En Ciudad Real no hay menores refugiados porque no existe programa específico, como en Albacete.
El programa de ‘autonomía’ de la Junta para jóvenes inmigrantes de hasta 24 años es uno de los más completos de España, pues incluye asistencia personal, económica y socio-laboral, además de residencia. José Miguel Pérez Taboada destaca que el programa, que sufrió importantes recortes, “ha aumentado en los últimos dos años los equipos técnicos y las prestaciones económicas”, con el último objetivo de que los chavales puedan regularizar su situación y echar raíces en el país, que en definitiva, “suele ser su proyecto”. Sin embargo, el camino no está lleno de rosas, y ACCEM alude a las dificultades para el acceso al alquiler de viviendas debido a los altos requisitos que exigen los propietarios -por ejemplo, nóminas y contratos indefinidos- y señala que la alta movilidad de los chavales -en muchas ocasiones dentro del territorio nacional- dificulta que completen con éxito la tan deseada nacionalidad.