J. Y.
Ciudad Real
Blas Rodríguez-Rey Domínguez, el hombre que hace casi dos años trepó por un balcón y entró en una casa donde asaltó sexualmente a una joven, reconoció este jueves los hechos y aceptó ocho años y dos meses de cárcel como autor de un delito de allanamiento de morada (ocho meses) y otro de agresión sexual (siete años y seis meses).
De esta manera, no se celebró el juicio previsto en la Sección Primera de la Audiencia provincial y las partes alcanzaron un acuerdo que, además de la rebaja de pena, contempla el alejamiento de la víctima durante diez años.
Luis Huete, el fiscal del caso había solicitado a la Sala once años y un mes de cárcel – un año y un mes por el allanamiento y los otros diez años por el delito de agresión sexual- pero se mostró a favor de la rebaja a un total de ocho años y dos meses, tras el reconocimiento de los delitos por parte del procesado y porque no concurría el agravante de ciscunstancia de tiempo y lugar, “discutible a tenor de los hechos”, según dijo a los medios.
Precisamente, por la autoinculpación del acusado, natural de Ciudad Real, con numerosos antecedentes y en la cárcel desde septiembre pasado por esta causa, no se han tenido que practicar las pruebas fundamentales de ADN, que eran la principal evidencia de la comisión de la agresión sexual contra la chica, que entonces tenía 21 años.
Huete confirmó que la mujer no estaba en la casa cuando el procesado entró furtivamente y “cuando volvió se lo encontró”.
El abogado defensor de Blas Rodríguez-Rey, Luis Parra, comentó la rebaja de tiempo de cumplimineto de cárcel “con la supresión del agravante”, de tal manera que “ha salido bien porque le pedían más de once años”.
Hechos
Los hechos ocurrieron el día 12 de julio de 2013 cuando el hombre, que ahora tiene 53 años, en una hora no determinada de la madrugada se encaramó al primer piso del bloque de viviendas y entró en la casa de la víctima, aunque en ese momento no se encontraba en ella.
Posteriormente, sobre las 4,30 horas, llegó la mujer, que, en principio, notó que había una ventana abierta, aunque no le dio importancia, dado que pensó que la había dejado así por el calor del mes de julio.
En un momento dado y tras encender la luz del pasillo, el hombre, que se encontraba escondido en la oscuridad, se abalanzó sobre ella por la espalda y le puso la mano en la boca y en el cuello, llevándola por la fuerza al baño. En ese instante le preguntó por una una persona que era desconocida para la chica y la amenazó de muerte.
Posteriormente, la llevó a la habitación agarrándola del pelo, donde consumó la agresión sexual, hasta que la víctima le advirtió de que iba a llegar su madre.
El agresor fue detenido catorce meses después, el 17 de septiembre del año 2014 y desde entonces está encarcelado.