La temporada de caza menor se cerró el pasado 8 de febrero en la región con un buen balance.
La campaña, abierta el 8 de octubre, “ha sido aceptable, mejor que en temporadas anteriores”, ha manifestado Agustín Rabadán, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha.
Por especies, el conejo “se ha cazado bien”, a pesar de “la dicotomía” que se produce en el territorio castellano-manchego, pues hay zonas que tienen activada la emergencia cinegética por la abundancia constatada de conejo, mientras que en otras comarcas hay escasez.
Las poblaciones de este mamífero “estaban sanas”, aunque al final de la campaña había algunos afectados por la misomatosis y la hemorragia vírica.
En cuanto a la liebre, según Rabadán “ha habido cierto repunte” de sus censos, con presencia “en alza” en algunos cotos que ha permitido buenas jornadas de caza.
Otra realidad bien distintas es la de la perdiz roja silvestre, con poblaciones “que descienden poco a poco por motivos ambientales, por la actividad agrícola y por los predadores”.
Rabadán ha lamentado la pérdida demográfica en un 33% de esta especie en España en los últimos 15 y 20 años, así como desde los años 70 la disminución de esta ave podrían alcanzar un 70%, taly como lo recoge la Fundación Artemisan en un exhaustivo estudio sobre el sector cinegético.
Por ello, Rabadán confía en que el proyecto RUFA que desarrolla esta entidad para la recuperación de la perdiz “sea efectivo”.
Ha recordado que dentro de este plan de recuperación está previsto que en la próxima temporada haya cotos demostrativos, en los que se implementarán medidas de gestión agraria y cinegética, con ribazos y caballones para conservar el hábitat y para proteger a esta especie de los predadores, sobre todo en las zonas de anidamiento.
Respecto a otras aves, el zorzal y la paloma torcaz “han estado bien”, mientras que la tórtola “ha ido en descenso”.
La temporada, ha recordado Rabadán, empezó en un ambiente de sequía por el calor del verano y las altas temperaturas del otoño, que después se ha compensado con uns “insuficientes”lluvias.
Licencias
La Federación cuenta con 16.000 cazadores federados, tras un alza sostenido en los últimos tres años, que está permitiendo recuperar la gran bajada derivada de la crisis. La recesión económica lastró los altos niveles de aficionados de cotos sociales, que hace cerca de una década llegó a alcanzar una cifra de más de 23.000 socios.
En la presente temporada se han tramitado 120.000 licencias, según Rabadán.
En este sentido, el estudio económico de la Fundación Artemisan recoge que los cazadores de Castilla-La Mancha realizan un gasto medio anual en licencias de 92 euros, de los cuales el 41% lo aportan en la propia comunidad autónoma.