El tramo de hormigón adoquinado de la calle Arenas y de Plaza de Santa María desaparecerá. Será sustituido por una capa de asfalto. Es una de las actuaciones incluidas en el Plan de Asfaltado Municipal, cuya segunda fase se ha puesto en marcha este viernes en el tramo que va entre la esquina con Maestro Baeza (desde la Oficina de Correos) y la de calle Jesús, informa el Ayuntamiento en un comunicado.
Los trabajos se han iniciado con la renovación de los imbornales de esta zona céntrica de la que, gracias a esta actuación, se eliminarán los ruidos que causa el actual pavimento, como explicaba el concejal de Obras, Jesús Villar.
“Las arquetas que se colocaron en su momento eran de PVC y se han hundido por la presión del tráfico. Las nuevas que estamos que colocando son de obra. Después se fresará todo el hormigón y a partir del 14 se empezará con el asfaltado”, detallaba.
Villar ha indicado que este tramo de la calle Arenas estaba “muy mal y no tenía sentido seguir parcheando”. Además, esta nueva rodadura evitará los ruidos que causa el tráfico y que, sobre todo, en verano, al dormir con las ventanas abiertas, es muy molesto para los vecinos.
En esta segunda fase también se procederá al asfaltado completo de las calles Peñoncillo y Miguel Ángel, y del tramo de calle Granados, entre Dehesa y Villalta. De este modo, se completará la renovación de esta calzada, tras la actuación que se hizo hace dos años entre Villalta y Terrero.
Previamente, este Plan de Asfaltado Municipal ya adecentó la Zona Joven, y una pequeña parte del Recinto Ferial donde se ubicaba un puesto de comida. También incluye una mejora en el patio de Santa Mónica del Cementerio Municipal.
Casi 8.500 metros cuadrados
En total, se van a asfaltar casi 8.500 metros cuadrados con un presupuesto de 105.000 euros, procedentes de la subvención nominativa de la Diputación Provincial de Ciudad Real.
El concejal informa de que con ese dinero se podían haber asfaltado más metros, pero los trabajos de sustitución de imbornales y el fresado de la calle Arenas y Plaza de Santa María se ha gastado parte de ese presupuesto. “Fresar el hormigón es más caro que fresar el asfalto porque se tiene que hacer con unas cuchillas especiales”, precisaba.
El ingeniero técnico, Luis Miguel Martín-Consuegra, detalla que los nuevos imbornales llevan “rejillas reforzadas para aguantar el tráfico” y se han incorporado “arquetas sifónicas preparadas para evitar la salida de olores y roedores”.
Martín-Consuegra indica que se va a fresar con un espesor de cinco centímetros en todas las calles y que los residuos de asfalto que se generen se almacenarán “para darles una segunda vida”. Un material que, recordaba, se utilizó en los tres parkings disuasorios abiertos en los últimos años o que también se pueden aprovechar para el relleno de zanjas.
El proyecto incluye un apartado de control de calidad para verificar con catas que el producto cumple con la normativa. Los trabajos de fresado y asfaltado, que lógicamente provocarán cortes de tráfico, todavía no tienen una fecha concreta porque ese calendario “hay que coordinarlo con Policía Local” para influir lo menos posible en la circulación. No obstante, se avisarán con antelación y con la señalización correspondiente para advertir de los mismos.