Un acusado de tráfico de drogas en Villarta de San juan, J.R.M., dice que la droga que le pilló la Guardia Civil en un cruce de carreteras entre Herencia y Villarta de San Juan era suya, para trapichear en su pueblo, y exculpa a su acompañante, A.B., que fue la persona que tiró un paquete con 70 g de cocaína, prácticamente pura, cuando los paró la Guardia Civil.
“Soy agricultor, llevo trabajando en el campo desde los dieciséis años, y quiero quitarme de la droga”, ha declarado J.R.M., visiblemente afectado, en el juicio por tráfico de drogas ante la sección primera de la Audiencia Provincial celebrado este jueves. Su abogado ha aportado un informe de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) del Hospital de Ciudad Real que confirma que consume cocaína desde hace cuatro años y está en proceso de deshabituación. El fiscal aplica en su caso la atenuante de drogadicción, pero no lo exculpa del trapicheo, y pide 3 años de cárcel, más multa de 40.600 euros, con responsabilidad de tres meses más de prisión en caso de impago.

El otro acusado dice que no sabe que lo que tiró era droga
El otro acusado en el caso, A.B., que lo acompañaba en el coche cuando los paró la Guardia Civil, el 24 de abril de 2023, le ha contado al tribunal que no sabía que su conocido llevaba droga. Que fue J.R.M., el conductor, el que le dio un paquete marrón cuando vieron a la Guardia Civil, y que lo tiró sin saber lo que era.
La fiscalía no se cree la versión y considera más grave la responsabilidad de A.B., que no ha acreditado drogadicción. Para este acusado, de origen marroquí, pide 4 años y tres meses.
Los pararon por conducción temeraria, no por drogas
Los guardias civiles que aprehendieron la droga, que han declarado por videoconferencia, han contado que estaban haciendo un control de seguridad ciudadana en la intersección de las carreteras CM-42 y CM-3167, en el término de Herencia, cuando sobre las 16.40 horas observaron un coche circulando a toda velocidad y haciendo adelantamientos imprudentes. Le dieron el alto, en principio, “por una infracción de seguridad vial”, del presunto tráfico de drogas se delataron ellos mismos.
Los guardias aseguran que tanto el conductor (J.R.M.) como el acompañante (A.B.) se pusieron muy nerviosos cuando les pidieron bajar. Uno de los guardias conocía a A.B., “había tenido intervenciones con él por drogas”, y cuenta que lo vio arrojar un paquete por la ventanilla del coche, aunque nada más pararlos dijo “yo no llevo nada”.
También han explicado que el conductor, J.R.M., que reconoce que la droga era para vender, admitió desde el principio que el paquete que tiró el otro era suyo.
Iban a Villarta desde Alcázar de San Juan
A.B. ha declarado que se encontró de casualidad al otro acusado en Alcázar y le pidió irse con él a Villarta, pero que no sabía nada de que llevara droga. J.R.M. solo ha respondido a preguntas del fiscal y de su abogado, que pide para él una pena de dos años, para que no tenga que ingresar en prisión. Además de la atenuante de drogadicción entiende que cabe la de confesión, pero la fiscalía la “confesión” no ha sido completa.
En el caso de A.B. la fiscalía solicita que cuando cumpla la mitad de la pena en España sea expulsado a su país de origen con la prohibición de pisar suelo español en cinco años. El juicio ha quedado visto para sentencia.