La asociación Afammer y la plataforma Denaria han firmado este viernes un convenio para promover acciones de concienciación por la supervivencia del dinero en efectivo, frente al uso de la tarjeta y el dinero virtual, y por la recuperación de las entidades bancarias y los cajeros automáticos en el mundo rural. Los presidentes de ambas entidades, Isabel Quintanilla y Javier Rupérez, han firmado el documento.
La plataforma Denaria ha iniciado una ronda de contactos con la sociedad civil y los empresarios preocupada por la desaparición del dinero en metálico, en la línea de la campaña ‘Soy mayor, no idiota’ iniciada por Carlos San Juan para reclamar la atención presencial en los bancos. Este mismo jueves han tenido varias reuniones en Ciudad Real y ya han firmado convenios con asociaciones de mayores de toda España.
Además, mantiene relación con las instituciones públicas, como el Banco de España, el Defensor del Pueblo o los grupos políticos con representación en el Parlamento para proteger “la vida económica ligada al dinero en efectivo”. Javier Rupérez lo considera una “infraestructura crítica” para la economía y una herramienta para la “inclusión social” en zonas marcadas por la despoblación.
Más de 4.000 pueblos sin oficina bancaria
“En 2025 se calcula que 3 millones de personas y miles de negocios en el mundo rural no tendrán acceso al dinero en efectivo. Eso es una tragedia”, ha dicho Carmen Quintanilla, que ha apuntado que en España existen 4.022 municipios sin oficina bancaria. La presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres del Mundo Rural ha apostillado que “la sociedad rural necesita servicios públicos y no es suficiente un cajero”.
La presidenta de Afammer ha defendido la “libertad” de elección para pagar en metálico y más cuando las competencias digitales todavía no se han extendido en el conjunto de la población. Quintanilla ha afirmado que “antes de que domine el dinero virtual o de que desaparezcan las oficinas bancarias, hay que acabar con el analfabetismo y la brecha digital”. Considera que “estamos en grave riesgo de exclusión financiera”.
Los presidentes de Afammer y la plataforma Denaria han insistido en que el acceso al dinero en metálico y poder utilizarlo como método habitual es un “derecho legalmente reconocido”, tanto en la normativa española como europea. Si no hay oficinas bancarias, reinará la “inseguridad jurídica”, y muchos colectivos, como los mayores, serán “vulnerables”.