Como una bendición del cielo han llegado las precipitaciones de las últimas semanas, en algunos puntos de más de 300 litros por metro cuadrado, a los cultivos y pastos de la provincia, que agricultores y ganaderos valoran positivamente.
El ahorro en los inputs de las explotaciones (gastos en riegos, energía, combustibles o fertilizantes), “no es lo mismo regar sobre seco que sobre mojado”, apuntan, y la garantía de tener recursos hídricos disponibles, tras una pertinaz sequía de cinco años, son los principales beneficios que celebran los productores ciudarrealeños, que auguran un “buen año” para las campañas de leñosos, herbáceos y hortícolas.
Ángel Bellón, agricultor de Membrilla, ha mostrado su contento por el volumen pluviométrico alcanzado en las últimas semanas, con unos 160 l/m2, que está favoreciendo el crecimiento de los cultivos de invierno y el sembrado de los de primavera y verano.
El también presidente de los regantes de pozos de la Masa Mancha Occidental I, ha resaltado el “ahorro que nos supondrá en primavera” y la “tranquilidad” para las campañas de 2018 y 2019.
Ahorros
Manuel Carmona, agricultor de Argamasilla de Alba también celebra los cerca de 130 litros por metro cuadrado llovidos en la zona noreste de la provincia, que han remozado “los cereales y los leñosos”.
También ha incidido en “el ahorro en riegos y en luz” y los beneficios para el pantano de Peñarroya “hasta ahora bajo mínimos”.
Como regante de aguas superficiales ha celebrado la recarga del embalse ante las nulas expectativas de usos de sus concesiones que tenían para este año, y que tras las lluvias revisarán aunque sea con limitaciones.
“El año pasado teníamos concedidos 1.700 metros cúbicos por hectárea, y para este año nos lo dirán el mes que viene”, ha señalado, a la vez que ha dicho esperar que puedan alcanzar los 1.000 m3/h.
“En la zona daba tanto miedo la situación para este 2018, que los productores no se arriesgaron y fueron a pozos para mantener las siembras y la viña”, ha reflexionado.
Mejora del campo
Por su parte, el secretario técnico de Asaja provincial, Arturo Serrano, ha asegurado que las “lluvias han sido fantásticas para el campo” después “de los daños registrados tras cuatro años de sequía”.
En plena recuperación del desarrollo vegetativo de los cultivos, “la mejora ha sido notable en el campo en general y en la tierra en particular, que lo está recogiendo muy bien”, por lo que el aporte hídrico beneficiará no sólo a las futuras cosechas, sino que está recargando los embalses “con subidas semanales del 10%, hasta el 38,81% esta semana”.
A su juicio, leñosos como las viñas, olivares y otros árboles frutales “tendrán reservas para el resto del año”, mientras que el cereal “ha mejorado” pero “necesitará agua en primavera”.
Serrano también ha valorado positivamente los beneficios del agua de lluvia para la ganadería en extensivo.
Charcas y arroyos llenos
Precisamente, el ganadero José Ramón Montoya ha subrayado “el gran cambio” registrado con los temporales de precipitaciones, que han permitido “el llenado de las charcas y la escorrentía de arroyos”.
A la espera de “una primavera excepcional, y con crecimiento de pastos” en el Valle de Alcudia, donde tiene su explotación, Montoya recuerda la preocupación que tenía hace solo un mes “por la sequía pertinaz y agresiva” y las consecuencias fatales”, que hicieron que algunas fincas “tuvieran que llevar agua para que los animales bebieran, además de comprar alimento adicional”.
A su juicio, los efectos climatológicos de las últimas semanas forman parte del cambio climático, un fenómeno que provoca precipitaciones mantenidas y abundantes, de hasta 300 litros por metro cuadrado en la umbría del Valle de Alcudia y de más de 400 l/m2 en Sierra Madrona, pero que “compensan” plagas o enfermedades.