Organizaciones de cazadores y agricultores han valorado en positivo la habilitación de caza de conejos de monte de manera excepcional en el estado de alarma (desde el 21 de abril y hasta la llegada de la fase 1) como herramienta de control de la especie y para evitar daños en las explotaciones agrarias.
Fue una demanda de los sectores productor y cinegético desde el inicio de la emergencia sanitaria (la caza estaba suspendida), que la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Castilla-La Mancha autorizó a resolución publicada el 20 de abril, además de declarar comarcas de emergencia cinegética temporal por daños de conejo en 280 municipios de las cinco provincias de la región.
El objetivo era facilitar a los agricultores un instrumento para conseguir controlar los daños por roeduras o madrigueras como consecuencia del exceso poblacional, y que ocasiona significativos perjuicios sobre determinados cultivos agrícolas, a veces cereales, pero especialmente leñosos como vid, pistacho o almendros, y en otras infraestructuras de carácter viario.
“Se ha notado bastante”
Abel Alcolea, presidente de Asaja Pedro Muñoz, celebra el resultado de los descastes de conejos, que habían proliferado de manera intensa, “con muchas madrigueras” en algunas zonas agrarias de la comarca de La Mancha.
Para el agricultor, este tipo de intervenciones de control cinegético “son necesarias” para evitar perjuicios a las explotaciones agrícolas y una merma en sus producciones. En opinión del productor, al principio, hasta la autorización de los descastes el 20 de abril “perdimos lo que habíamos ganado años de atrás”, al estar casi dos meses sin salir coincidiendo con el inicio de la primavera.
“Se ha notado bastante” y “se ha ganado mucho”, señala, excepto en tres ámbitos “difíciles de meter mano”, como son las cercanías a las carreteras, en los cauces fluviales, de ríos o acequias, o en los entornos de las vías férreas de ADIF. En dichos medios sólo se puede cazar sin armas y con urón y capillo “y es muy complicado e ineficaz”.
Al control de los conejos también ha contribuido, según Alcolea, la meteorología, pues “el calor y la humedad ha hecho que hayan crecido mucho la planta de la viña y el cereal, y el conejo se come lo tierno”.
En el caso de los jabalíes, señala que “ha habido algún daño puntual” porque “por Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz, o Campo de Criptana apenas hay”. Con todo, “hemos empezado a ver en marzo y abril”, coincidiendo con el confinamiento y el estado de alarma.
Con arreglo al plan técnico
Para Manuel Aranda, delegado en Ciudad Real de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, el control “ha venido bien” en comarcas como La Mancha, con poblaciones más concentradas de conejos, este año favorecida su cría por la climatología, aunque los permisos especiales “ya no sean necesarios, al entrar en la fase 1”. En los últimos días, la actividad de control se desarrolla con arreglo al plan técnico de ordenación cinegética, dentro o fuera de las zonas de emergencia.
Respecto a la caza del corzo, Aranda lamenta el retraso de dos meses su control, a tenor de la proliferación de la especie, con “poblaciones en aumento en la provincia”, y cuya veda entre el 1 de abril y el 31 de julio se ha visto afectada de manera especial por las restricciones. “Ahora estamos empezando de manera lenta”, ya que la distribución de los precintos que reparte la administración para su abatimiento “han empezado a enviarlos esta misma semana”. Incluso esta acción administrativa “va muy retrasada por el cierre de oficinas” en la crisis sanitaria.
Aranda advierte del crecimiento de la población de este cérvido, “con apenas presencia o muy puntual hace 10 años”, mientras que “ahora pueden verse en el Puente de Alarcos”. Con todo, Aranda reconoce que los principales daños provocados por esta especie, sobre todo por las hembras, se están registrando en Cuenca y Guadalajara.
También está autorizada la caza para el control de jabalíes para la que se tiene que solicitar previamente autorización excepcional.
Reducir daños
Luis Fernando Villanueva, presidente de la asociación de gestores de caza, Aproca, valora la caza extraordinaria de conejos para reducir los daños en viña, y cultivos leñosos, de lo contrario “la cría se va multiplicando”.
De la misma manera, subraya la posición tomada para levantar la veda de manera excepcional en caza mayor en zonas rurales para proteger cosechas de la fauna silvestre.
La autorización también cumple un objetivo sanitario, a su juicio, para evitar que los jabalíes o cérvidos como el corzo entren en las ciudades y espacios abiertos urbanos, como se ha podido ver en la capital ciudarrealeña con un ejemplar de esta última especie cerca del cementerio.
También recuerda la recomendación hecha en abril por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a las comunidades autónomas a que mantuvieran el control poblacional de jabalíes, debido a los problemas causadas por su proliferación en las explotaciones agrarias.
En una carta, ese departamento señalaba que el mantenimiento de dicha actividad, en el contexto de estado de alarma, tenía como finalidad evitar el riesgo de propagación de enfermedades animales, así como prevenir los daños que pueden ocasionar los jabalíes a las producciones agrícolas o ganaderas.