El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha confirmado la detección de un nuevo foco de viruela ovina y caprina en una explotación de ganado ovino de leche en Alcázar de San Juan.
Se trata del segundo brote en la localidad, tras el localizado en un cebadero el 8 de febrero. Ambos se encuentran a una distancia de unos 1.000 metros.
Las fuentes del MAPA consultadas por lanzadigital, han informado del nuevo caso, ocurrido en una explotación cuenta con un censo de 1.216 animales y se sitúa en la zona de restricción por viruela ovina y caprina (VOC) todavía activa en la zona.
Han señalado que la explotación fue sometida a inspección clínica y toma de muestras de hisopos salivales, dentro del programa reforzado de vigilancia de VOC, sin que se detectaran síntomas clínicos compatibles con la enfermedad. Sin embargo, el 17 de marzo registraron unos resultados no concluyentes en el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) del MAPA en Algete (Madrid), Laboratorio Nacional de Referencia para la enfermedad en España, tras una PCR.
A consecuencia de ello, los técnicos realizaron una nueva visita a la explotación el pasado lunes en la “se detectaron lesiones compatibles en cuatro animales”, por lo que se realizó una nueva toma de muestras, en las que finalmente se ha confirmado la presencia del virus.
Afortunadamente, el MAPA recuerda que al encontrarse la explotación en la zona de restricción previamente establecida, no tenía movimientos de entrada de animales en los últimos 2 meses, y los únicos movimientos de salida tuvieron como destino un matadero situado dentro de la misma zona de restricción.
No obstante, se están investigando posibles relaciones epidemiológicas con focos anteriores, sin que hasta el momento se hayan detectado vínculos por medio de vehículos o trabajadores.
Agricultura también señala que se trata del foco número 14 de la enfermedad en Castilla-La Mancha, que ha registrado un total de 12 focos en la provincia de Cuenca y 2 en la de Ciudad Real.
Hasta este jueves, el ministerio considera cerrados excepto los dos últimos focos de Cuenca (e en los municipios de La Alberca de Záncara, y Tébar) y los dos últimos de Alcázar de San Juan, en los que se mantiene la correspondiente zona de protección (5 kilómetros de radio) y vigilancia (20 km de radio) a su alrededor.
Medidas de control
También informa de que las autoridades de Castilla-La Mancha han adoptado de forma inmediata las medidas de control contempladas en la normativas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades en las cabañas ganaderas, y que incluye el sacrificio de los animales, la eliminación de los cadáveres en planta de trasformación bajo procedimiento canalizado y la limpieza y desinfección oficial de la explotación.
Igualmente, han establecido una zona de protección de 5 kilómetros y una de vigilancia de 20 kilómetros, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones de ovino y caprino ubicadas en ambas, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de 3 animales y productos.
Por último, está en marcha la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen de la infección, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar.
El MAPA recuerda que la VOC es una enfermedad no zoonótica que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales, ni a través de la manipulación y/o consumo de productos derivados de los mismos.