Lanza / Ciudad Real
La consejera de Agricultura del Gobierno de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha mostrado su satisfacción tras la decisión del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de no aplicar la destilación obligatoria de crisis a las bodegas y cooperativas de la región, tras el esfuerzo comercializador que ha reducido de forma considerable las existencias.
La consejera del ramo ha afirmado que la gran labor comercializadora de las bodegas y cooperativas de Castilla-La Mancha ha permitido que finalmente no sea necesario aplicar en esta campaña la destilación obligatoria de vino.
En este sentido, ha agradecido al Ministerio que haya atendido las demandas del Gobierno de Castilla-La Mancha y del sector vitivinícola de la región, que había realizado “un enorme esfuerzo” para comercializar un importante volumen de vino tanto en el mercado nacional como en los internacionales, ha informado la Junta en nota de prensa.
La consejera ha recordado que las existencias de vino a fecha 31 de julio han alcanzado los 10,4 millones de hectolitros, lo que supone un descenso del 43 por ciento con respecto a los 18,3 millones que declararon a finales del mes de marzo.
Este descenso de las existencias en bodega, junto a una vendimia que se mantendrá en cifras medias –en torno a 22 o 23 millones de hectolitros en la región– permiten un buen enlace de campaña, al que se llega además con un vino de gran calidad.
No recurrirán
De su lado, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, ha presidido este viernes una reunión con representantes del sector vitivinícola en la que, tras analizar las cifras de existencias y producción, se ha acordado, con la decisión unánime del sector, no recurrir a la destilación de vino de la campaña 2013/2014.
Esta reunión, en la que han participado los sectores productor, elaborador y destilador del mosto y del vinagre, tenía como objetivo analizar la situación del mercado vitivinícola y la aplicación en la campaña 2013/2014 del Real Decreto aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros por el que se fijaban los requisitos y el contenido de normas de comercialización en el sector del vino.
Cabanas ha recordado que esta norma es el resultado del acuerdo alcanzado con la mayoría del sector “para llevar a cabo actuaciones que permitieran regular la oferta y estabilizar los mercados” en un momento “preocupante” para el sector por el importante nivel de vino almacenado y por la ralentización de las salidas al canal comercializador.
Para ello, ha resaltado que el Real Decreto regula para la campaña 2013/2014 la aplicación de una norma de comercialización que permita estabilizar el mercado. En concreto, se estabilizará a través de la destilación de vino sin indicación geográfica producido en la región que hubiera superado su producción en un 50% respecto a la campaña anterior.
También ha recordado como algunos detalles debían ser fijados mediante resolución del director general de Producciones y Mercados Agrarios, a la vista de un análisis de la evolución y de las perspectivas del mercado, y del resultado de las declaraciones de existencias a 31 de julio de las bodegas de Castilla-La Mancha.
40 millones de hectolitros
El Ministerio ha explicado que las existencias de vino sin Indicación Geográfica que podrían ser destilables eran de 800.000 hectolitros, que se convertirían en el máximo destilable. Además, ha puesto de manifiesto la disminución de existencias de vino respecto a las registradas a 31 de marzo, que alcanzan los 8 millones de hectolitros, y que duplican las salidas en ese periodo respecto al año anterior.
Por otra parte, el sector ha informado de que la producción de vino y mosto durante la presente campaña podría oscilar entre los 40 y los 43 millones de hectolitros, cifra que es “muy provisional por encontrarse aún zonas en plena vendimia”. En cualquier caso, esta cifra se aleja de la cifra récord del año pasado, que superó los 53 millones de hectolitros.
Tras sopesar estos datos, el secretario general ha señalado que “se cuenta con este instrumento al servicio del sector y que se puede aplicar en el futuro en función de las necesidades”.
Cabanas ha recordado que desde la Reforma de la OCM del vino de 2008, no se puede contar con medidas de regulación de mercado financiadas con fondos comunitarios, ni se debe esperar la aplicación de una destilación de crisis con fondos nacionales, por lo que “el sector debe avanzar en la autorregulación y en producir aquello que somos capaces de vender”.
