El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Alamillo expresa su malestar por la “mala calidad” del suministro de agua en la localidad que se traduce en un olor y un color desagradables, y en muchas ocasiones con lodos en suspensión.
El portavoz socialista Gustavo Sánchez señala en un comunicado que “estamos ante una problemática que los vecinos venimos soportando desde hace mucho tiempo, por lo que le exigimos una solución a la alcaldesa, Mercedes Escabias”.
En este sentido ha añadido que “esta situación está acabando con la paciencia de los habitantes de la localidad y de aquellos que se desplazan para pasar unos días de vacaciones, y más aún si se tiene en cuenta el altísimo precio que estamos pagando, que es más del doble del que se paga por ejemplo en Almadén”. Y es que, mientras un ciudadano de la cabecera de la comarca paga cada dos meses una media de 45 euros, en Alamillo se paga aproximadamente esa cantidad mensualmente.
Según el grupo socialista este problema del agua se le ha planteado a la alcaldesa y a todo su equipo de Gobierno del Partido Popular en varias sesiones plenarias, y “su única respuesta ha sido siempre no hacer nada al alegar que el agua es de una calidad aceptable”. La gente de queja del mal olor que deja en la piel después de una ducha y el agua para beber se compra embotellada, por lo que al alto precio del agua se suma el gasto considerable de agua para consumo”.
No han hecho nada en ocho años
El portavoz del PSOE denuncia además que tras casi ocho años de gobierno del Partido Popular en la localidad “no se ha hecho nada por mejorar la calidad del agua, y en cambio sí se han destinado 85.000 euros para hacer una pista de pádel mientras que se podía haber destinado a comprar un buen filtro para la potabilizadora del agua de Alamillo”.
La única “excusa” que ofreció la alcaldesa en un pleno fue mostrarse partidaria de la municipalización del suministro de agua, pero lo cierto es que el Alamillo no ha tenido infraestructura para poder acometer obras por averías, y en el momento en que se firmó el contrato con la empresa suministradora fue porque era la única que aceptaba dar el servicio, porque las demás decían que era deficitario.
Negociar o rescindir el contrato
Los concejales del Grupo Socialista han trasladado en más de una ocasión que “el buen funcionamiento del suministro y el precio del agua es su responsabilidad, por lo que debía negociar o en última instancia rescindir el contrato con la empresa suministradora si fuera necesario, pero la respuesta fue decir que no se podía rescindir porque no había causa alguna justificable que motivara esa decisión”.