La Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades ha confirmado el positivo de viruela ovina en un cebadero de Alcázar de San Juan.
Se trata del primer un foco de viruela ovina/caprina consignado en la provincia de Ciudad Real, y afecta a 8.000 animales. Tras la realización de las pruebas estaba pendiente el resultado, que se ha conocido esta mañana y que lo ha trasladado el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo.
Hasta ahora todos los casos con animales infectados por la enfermedad vírica, que llevó a que la administración activara el protocolo para inmovilizar a todo el ganado en las provincias castellano-manchegas, excepto en Guadalajara, se habían localizado en Cuenca, donde se han sacrificado a cerca de 40.000 cabezas.
Productores del sector de Ciudad Real ha aplaudido la medida, aunque creen que “llega tarde”. Implica el confinamiento de las cabañas en sus explotaciones y la necesidad de realizar limpieza y desinfección en todos los medios de transporte relacionados con la actividad, como la leche o el pienso. También están jalbegando de cal algunas de las estancias de las explotaciones.
Las medidas sanitarias implican el sacrifico de todos los animales de una granja en la que se haya detectado algún caso positivo, como es el caso del cebadero alcazareño, cerrado desde ayer, que tendrá que inmolar a todas los corderos que estaba engordando.