Así lo trasladado la alcaldesa del municipio, Rosa Melchor, en el Auditorio Municipal, durante la celebración de la Media Fiesta, un acto en el que se ha reconocido a los diferentes colectivos que colaboran con esta fiesta, según ha informado el Consistorio en nota de prensa.
“Cedemos el testigo al Ayuntamiento porque entendemos que los Moros y Cristianos es una fiesta popular más de la ciudad, incluida en su calendario de eventos, así qué mejor que coordinarla desde el propio Ayuntamiento, con nuestra colaboración”, ha indicado el presidente de la asociación, José Luis Carneros, convencido de que este nuevo formato de fiesta “dará muchas satisfacciones”.
Rosa Melchor ha agradecido el trabajo realizado por todos aquellos que han pasado por la asociación Al-Kasar de Moros y Cristianos –más de 1.000 personas y 40 escuadras– y especialmente a aquellos que han tenido la responsabilidad de organizar la fiesta. “Cogemos el testigo y seguiremos trabajando juntos para consolidar y mejorar una de nuestras fiestas más singulares”, ha añadido.
“Al igual que sucedió con el Carnaval, los Moros y Cristianos que parte de una iniciativa popular y desde el Ayuntamiento queremos potenciarla y mantenerla en el tiempo”, ha explicado la alcaldesa de Alcázar, que ha invitado a los vecinos y colectivos a participar el mes de junio.
CELEBRACIÓN DE SU MEDIA FIESTA
La asociación Al-Kasar ha reconocido en la celebración de su Media Fiesta a diferentes asociaciones y colectivos locales como los Coros y Danzas, el colectivo de hosteleros ‘La Sonrisa del Quijote’, la asociación Hispano-Rumana, la asociación taurina ‘El Estoque’ o la Banda de Música y de otras localidades como la peña ‘Los Bartoleros’ de Campo de Criptana o la Agrupación de Comparsas de Moros y Cristianos de Almansa.
La Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan ha cerrado el acto con un concierto de marchas moras y cristianas, dirigido por el maestro Luis Sánchez Romanos. Un repertorio en el que se ha incluido ‘Les Piules’, una marcha cristiana de reciente creación compuesta por el alicantino Francisco Juan Rodríguez, segundo director de la Banda Real, que estuvo en Alcázar de San Juan para dirigir su composición.
