El pasajero que obligó a detener un tren hace una semana en Alcázar de San Juan diciendo que tenía coronavirus, podría ser procesado por los delitos de desórdenes públicos, estafa (se subió al tren sin billete) y amenazas (le dijo al revisor que le pidió el billete que le iba a contagiar el coronavirus).
Agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Alcázar de San Juan lo interrogaron como sospechoso de estos tres delitos, el miércoles pasado, después de que se activará el protocolo sanitario por el que lo sacaron del convoy y lo llevaron al hospital para hacerle las pruebas del coronavirus. Cuando se confirmó que estaba limpio, pasó por la comisaría y se le tomó declaración, que se adjuntará en el atestado policial al juzgado que corresponda.
Con antecedentes psiquiátricos
El investigado es un hombre con antecedentes psiquiátricos, conocido en la Unidad de Salud Mental del Hospital Mancha Centro, lo que podría influir en el desenlace final del del incidente, que provocó tensión y fastidio en los ochenta pasajeros del tren de la línea Madrid-Albacete, obligados a permanecer varias horas en la estación de Alcázar hasta que se comprobó que no tenía el Covid-19.
Se subió al tren sin billete en Aranjuez
Vecino de Alcázar de San Juan, este hombre se montó sin billete en Aranjuez en un tren de pasajeros de la línea Madrid-Alcázar. En un determinado momento se puso a gritar por los vagones “muy alterado”, que tenía coronavirus. No era cierto, pero su actitud provocó un retraso de más de dos horas en el tren y la incertidumbre del resto de pasajeros, retenidos en la estación hasta que un equipo sanitario se lo llevó al hospital y le hicieron las pruebas.
La inmovilización del tren se produjo a las tres y media de la tarde del miércoles pasado. Los pasajeros asustados avisaron a seguridad cuando lo vieron correr.