R.C.G., un agente de seguros que en el año 2009 trabajaba para Generali en Alcázar de San Juan ha admitido ante la Audiencia Provincial que estafó 50.000 euros a un cliente, que ya ha devuelto, por lo que será condenado a dieciocho meses de prisión por estafa, en vez de a los cuatro años que pedía la fiscalía.
El acusado, que se apropió de esa cantidad en el año 2010, deberá además pagar una multa de seis meses y medio a razón de 5 euros diarios.
El perjudicado ya ha muerto
Se da la circunstancias de que la víctima, A.M.M., murió en el año 2014 (el caso se judicializó por lo penal en 2013), por lo que han sido los hijos los que han tenido que ser resarcidos.
R.C.G. trabajaba como agente mediador de seguros para Generali y en septiembre de 2009 gestionó un contrato relacionado con un producto de inversión a plazo fijo con A.M.M. por 50.000 euros. Pero un año después fue él el que sacó ese depósito imitando la firma del acusado y se apropió de 50.806 euros (la inversión más el rendimiento) que ingresó en su cuenta personal.
El acuerdo entre acusaciones y fiscalía, que se cerró ayer, ha evitado el juicio que se tenía que haber celebrado esta semana ante sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real.