El miércoles 18 de junio tuvo lugar la visita de los usuarios del Centro Frida Kahlo a los azulejos quijotescos del parque Cervantes de Alcázar de San Juan.
A pesar del calor, los participantes en la visita estuvieron atentos en todo momento a las explicaciones de los cervantistas y participaron de la localización de diversas escenas requeridas de las diferentes aventuras seleccionadas en la programación de la ruta, indica la Sociedad Cervantina de Alcázar de San Juan.
Desde hace algún tiempo, los miembros de la Sociedad Cervantina de Alcázar ya habían preparado de forma conjunta con Bárbara Gutiérrez del equipo de profesionales del Centro, el material necesario para el desarrollo de esta visita, seleccionando hasta diez aventuras diferentes de las muchas que se relatan en la inmortal novela de Cervantes: don Quijote es armado caballero en la venta, la aventura de los molinos de viento, el manteo de Sancho Panza, La batalla con los rebaños de ovejas, el yelmo de Mambrino, la aventura de los pellejos de vino, la aventura de los leones, la cueva de Montesinos, la aventura de Clavileño y la derrota ante el Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona.
Además, para enseñarles de forma aproximada cómo es la técnica de la cuerda seca, con la que están hechos los azulejos, se ha recurrido a una especie de loseta hecha de plastilina, simulando ser un azulejo de barro crudo, en el que con ayuda de un elemento punzante se han dibujado unos trazos sencillos, de forma que repasando las líneas así dibujadas con una materia grasa, esta materia hará de barrera cuando se introduzca el azulejo a cocer en el horno, impidiendo que en el proceso de cocción se mezclen los esmaltes de los diferentes colores aplicados a cada zona del dibujo. Eso es lo que les da, una vez seca la materia que separa los colores, la sensación de relieve y los hace tan bonitos.
Los participantes de la visita pudieron comprobar los colores tan vivos y brillantes con los que están hechos estos azulejos, realizados íntegramente por personas de Alcázar de San Juan. Han identificado perfectamente las escenas nocturnas con su cielo azul muy oscuro en el que brillaban las estrellas y la luna.
A pesar de comentar unas diez aventuras, Alfonso Justo, experto del centro en lectura fácil y también en conocimiento del Quijote, ha apuntado nuevas aventuras que también están reflejadas en los azulejos y que no se habían “preparado” en la visita, demostrando un conocimiento excepcional de la obra de Miguel de Cervantes.
La actividad comprendía también una serie de ejercicios a realizar por los usuarios en el mismo lugar de los azulejos para comprobar que las explicaciones han sido recibidas con aprovechamiento. El intenso calor ha hecho que esta parte de la visita se haya abreviado y se queda pendiente para que puedan trabajarla en días sucesivos en el centro, ya que el equipo de profesionales dispone del cuadernillo elaborado con la interpretación de todas las escenas de los azulejos del parque y además puede ser descargado en el blog de la Sociedad Cervantina de Alcázar:
Los cervantinos se fueron «muy contentos de la buena recepción que ha tenido la visita y de lo que los usuarios hayan podido divertirse en esta mañana soleada, al tiempo que aprendían algunas cosas más sobre el Quijote. Se han mostrado dispuestos a poder repetirla en cuando el centro lo considere conveniente».
Los coordinadores de la ruta pudieron comprobar con satisfacción que la glorieta de azulejos es accesible y que las personas con sillas de ruedas han podido entrar hasta el mismo centro del octógono formado por los bancos gracias a una rampa ubicada adecuadamente.
Por otra parte, les resultó «alarmante» el «número de azulejos que faltan, mermando la capacidad interpretativa de este rico patrimonio del que Alcázar de San Juan dispone y que es único en el mundo al estar consignadas en los azulejos las dos partes del Quijote desde el principio hasta el final».
De los 288 azulejos que conformaban este conjunto «ya faltan un número demasiado elevado y su hueco ha sido cubierto con cemento enrasado con el siguiente nivel de azulejos, para evitar que se sigan arrancando más. No deja de ser una solución provisional y sería conveniente la reposición de los faltantes, de otra forma, este patrimonio se irá perdiendo paulatinamente».