Organizado por la recién fundada Asociación Cultural para la Defensa del Vehículo Clásico (ACDVC), esta iniciativa tuvo lugar este fin de semana y recorrió las históricas rutas entre Ballesteros de Calatrava, Abenójar y Almadén.
El evento rememoró la emblemática ruta de transporte de mercurio desde las minas de Almadén hasta los almacenes en Almagro de la familia Fúcar -alemanes que llegaron a constituir uno de los mayores grupos empresariales de los siglos XV y XVI- y fue un tributo a la historia, la ingeniería y la tradición automovilística, congregando a amantes de los vehículos clásicos y promoviendo el turismo en la provincia.
El presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Ciudad Real, Germán Domínguez, destacó la importancia de apoyar eventos que fomenten la cultura técnica y la preservación del patrimonio industrial. “Nuestra institución siempre ha estado ligada al desarrollo y la evolución tecnológica. Patrocinar este rally nos permite unir la historia de la ingeniería con el presente, ofreciendo una visión integradora de lo que representa nuestro legado industrial”, señaló.

Por su parte, el vicepresidente del Colegio y organizador del Rallye, Antonio Vich, subrayó el valor de esta cita como un espacio de encuentro para aficionados y los vecinos de las localidades que recorre. “Este evento es una oportunidad excepcional para poner en valor la riqueza histórica de la región y la importancia del vehículo clásico testimonio de la evolución tecnológica y determinante en el desarrollo de las sociedades, la vertebración de los territorios y la libertad de los individuos. No podemos estar más orgullosos de formar parte de esta iniciativa”, afirmó.
El I Rally de los Fúcares incluyó novedades muy disruptivas respecto a los modelos clásicos de este tipo de eventos: un sistema de inscripción piramidal dando prioridad a los vehículos más antiguos, cuatro recorridos distintos según las categorías de los vehículos a través de carreteras paisajísticas y dos tipos de participantes ‘Sportman’ y ‘Gentleman Driver’. Todo un modelo innovador que gozó del reconocimiento de todos los equipos participantes procedentes de muchos puntos de la geografía nacional.

En total, tomaron el banderazo de salida cincuenta y cinco automóviles en estado de concurso de todas las épocas, todas las marcas y todos los estilos: desde un fiable Renault 4 hasta un espectacular Ferrari Testarossa. El Trofeo Especial del Colegio de Ingenieros Industriales fue para un flamante BMW 1600 GT Glas por su singularidad y exclusividad.
Con paradas en enclaves históricos como el Palacio de la Serna de Ballesteros, la Plaza Mayor de Abenójar y la Calle Mayor de Almadén. Además, los participantes tuvieron la oportunidad de realizar una interesante visita guiada a la mina de esta bonita localidad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con este patrocinio, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Ciudad Real refuerza su compromiso con el desarrollo regional, la divulgación de la ingeniería y la preservación del patrimonio técnico e industrial. “Esperamos que esta primera edición del Rally de los Fúcares sirva para seguir impulsando iniciativas que combinan historia, innovación y pasión por el motor”, concluyó Vich.