La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) espera confirmar en unos dos meses la identidad de los restos óseos, compatibles con los de un varón joven, que acaban de exhumar en una tumba sin nombre del cementerio de Almadén.
Creen que se trata de Feliciano Ramírez Alcobendas, el militante del PCE de Puebla de Don Rodrigo represaliado al final de la Guerra de la Civil, al poco de volver de un campo de concentración a su pueblo, que buscan por iniciativa de sus sobrinas.
Borceguís, botones y la inscripción ‘AF’
Los huesos, las botas de media caña (borceguís) típicas de los años cuarenta, y los botones de la camisa apuntan a que se trata Ramírez, al que su familia daba por enterrado en una cuneta hasta la investigación de la asociación. Otro indicio es la inscripción que aparece en el libro de registro de este enterramiento en el Ayuntamiento de Almadén, “AF”, similar a la de otros represaliados durante el franquismo, “al principio pensábamos que quería de decir que lo habían trasladado a una fosa común, ‘a fosa’, ahora sabemos que es una falta de ortografía, se refieren a ‘afusilado”, comenta Marco González, vicepresidente de la ARMH.
Un varón de rasgos jóvenes
Del enterramiento de Ramírez, que ha costado algo más de lo previsto exhumar, se ha extraído un esqueleto más o menos completo, aunque los huesos están muy degradados. A simple vista no se aprecian las heridas de arma de fuego, si bien la antropóloga forense portuguesa Luisa Marinho, dice en su estudio de campo que se trata de un individuo varón, de rasgos jóvenes.
Para confirmar que se trata de Feliciano, asesinado el 2 de noviembre de 1940 y posiblemente recogido del campo y trasladado al cementerio de Almadén, la asociación tomará muestras de ADN de la descendencia masculina de la familia, en concreto de un sobrino nieto, hijo de un hermano fallecido de Feliciano.
Visita de la alcaldesa de Almadén
La alcaldesa de Almadén Mari Carmen Montes ha estado en el cementerio este martes interesándose por la investigación de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, una asociación que no percibe ni una subvención pública y que ha hecho esta exhumación de forma altruista.
“Bastante han pagado ya 150.000 familias de un estado tan endeble que ni ha podido exhumar a las víctimas del franquismo. Las exhumaciones que hacemos nosotros desde el año son gratuitas, nos financiamos con fondos propios, de donaciones de sindicatos noruegos y aportaciones de particulares, pequeños colectivos comprometidos con la causa, ni siquiera hemos optado a las ayudas del Gobierno”, afirma González.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica también cuenta con voluntarios como los que han participado en esta exhumación. En la provincia de Ciudad Real tienen pendiente de hacer otra entrega a una familia de Chillón, la de los restos de José Almena Castro, exhumado en febrero en un cementerio de León, que ya está identificado genéticamente.