Hace ya tres años que se plantó en Almagro la semilla de FIVA, del Festival Internacional de Videodanza de Almagro. Esta planta exótica, traída allende el Atlántico por Akaida Orozco y Eduardo Ravara, germinó en La Veleta, a la sombra del CELCIT, y va creciendo entre festivales de teatro y cine. Lo hace a su ritmo, poco a poco, porque hay mucho de didáctico, de divulgativo, casi de evangelizador, en este reacomodo de lo narrativo entre lo estético, de lo tecnológico y el cuerpo con una pantalla de por medio. El viernes Almagro abonó, o se abonó, al FIVA, con la inauguración de la tercera edición, en la que estuvo presente el alcalde de la localidad, Daniel Reina, además de un grupo de seguidores, porque “el FIVA va teniendo su público, gente que está atenta a lo que hacemos y cuándo lo hacemos”, como explicó Akaida Orozco en su presentación, trufada de agradecimientos. Entre ellos, uno especial, a Myrna Renaud, coreógrafa llegada desde Portugal con Lapsus bajo el brazo.
Lapsus es uno de los cuatro trabajos de la sección Cuerpo Metáfora que sirvió de “abreboca”, en palabras de Orozco, de aperitivo antes de la inauguración oficial. Buscando todavía los referentes de la metáfora, el público se acercó a los límites. La segunda sección, Cuerpo Límite, recorrió los cuatro elementos de la naturaleza; nos presentó las dudas de Eva con su manzana; nos invitó a formar parte de una manada humana; reinterpretó el proceso de aprendizaje; reordenó el descubrimiento, de América o cualquier otro; y terminó deslumbrando, gracias a la música, el baile y las localizaciones de Traverse, obra que dejó a los espectadores con ganas de más mientras comentaban lo visto con un vino en la mano.
Esta “actividad modesta, pero que implica un enorme esfuerzo”, como definió al FIVA Eduardo Ravara, comprende siete secciones, que se irán desarrollando hasta el domingo 16 en dos fines de semana intensos, en los que, además de las proyecciones habrá talleres y actuaciones. “El de acrobacia aérea para niños nació como una sola sesión y hemos tenido que cuadriplicarlo por la demanda”, apuntó Ravara.
El sábado, el FIVA continuó con dos actuaciones que debía haber tenido lugar en la Plaza Mayor pero por causa de la lluvia se trasladaron al Silo, Historias de luz y una exhibición de acrobacia en cuerda, y la proyección de la sección Cuerpo Intangible en el Silo. Este domingo, además de las proyecciones y talleres, 14 videopoesías de festival bonaerense Videobardo, otra disciplina que el FIVA propone explorar a los atrevidos. Por cierto, que para la próxima edición hay sorpresa, pues el FIVA está preparando una producción con la asociación folklórica Tierra Roja, “la primera videodanza de manchegas”, como explicó Ravara. Puertas que se abren y dejan entrever un sinfín de posibilidades. Pueden asomarse a ellas hasta el 16 de septiembre. La hoja de ruta la puede consultar en http://www.fivalmagro.com/programacion.html.
