De la Mano del Museo Nacional del Teatro, el Espacio de Arte Contemporáneo de Almagro acoge desde el día de hoy, y hasta el 1 de noviembre, la exposición ‘Una fiesta de los sentidos. Autos sacramentales calderonianos’. Organizada íntegramente por el Museo Nacional del Teatro, la muestra ha contado con diferentes colaboraciones como la de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Sastrería Cornejo, y el grupo La Galanía, que ha cedido los derechos para reproducir dentro del Espacio de Arte Contemporáneo, la música que hicieron sobre las comedias de Calderón de la Barca.
Se trata de una exposición adaptada a la etapa contemporánea en la que los visitantes van a poder apreciar las puestas en escena más importantes de los autos de Calderón de la Barca, desde el siglo XX, hasta las representaciones más recientes.
A la inauguración de la exposición han asistido, entre otras personalidades, el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, la consejera de Educación de Castilla-La Mancha, Rosa Ana Rodríguez Pérez, el presidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, y el alcalde en funciones de Almagro, Jesús Santacruz.
Género único en el mundo
El comisario de la exposición, José Manuel Montero, recuerda que los autos sacramentales calderonianos, “eran unas piezas teatrales muy importantes del Siglo de Oro”, a la vez que se trataba de “un género único en el mundo y de creación española”.
En su opinión, la figura de Calderón de la Barca, en relación con los autos sacramentales, “sobresalió por encima de la del resto de dramaturgos que cultivaron este género, tanto en el número de obras (con cerca de 70 autos sacramentales), como en cuanto a calidad y a esplendor”.
Desde su punto de vista, ello se debe, entre otras causas a que, Calderón “le dio mucha importancia tanto al apartado escénico, como a todo lo que fuese aportar vistosidad al auto sacramental (decorado, vestuario, atezo, música, danza,…) en lo que era como una especie de espectáculo total, o, lo que es lo mismo, llegar al espectador a través de los sentidos”.
Para el comisario de la exposición, muchos de los autos sacramentales de Calderón, “sobre todo los teológicos o los filosóficos, hablan sobre la problemática de esa época, y que guardaban relación con políticas, económicas, sociales, de religión, de guerras, pudiéndose trasladar todo ello perfectamente a la actualidad”.
Por todo ello, en la muestra ‘Una fiesta de los sentidos. Autos sacramentales calderonianos’, hace un recorrido por los autos calderonianos y sus puestas en escena más importantes, abarcando la época que va desde el siglo XX hasta las representaciones más recientes.
Es por ello que Montero explica que “la exposición hace un recorrido por aquellas puestas en escena de los autos sacramentales, no los del siglo XVI o XVII, sino otros más recientes, como por ejemplo la del año 1930, con la compañía del Grupo Universitario ‘La Barraca’, de Federico García Lorca, donde representó el auto de ‘La vida es sueño’, pasando por otras compañías y otros directores, como José Tamayo, con la compañía Lope de Vega, con ‘El gran teatro del mundo’, ‘El pleito matrimonial’ o ‘La cena del rey Baltasar’, del año 1953, y que se hizo como homenaje al papa Pío XII en el Vaticano, etc”.
Asimismo, dentro de los autores, directores, escenógrafos y figurinistas reunidos en esta exposición, se encuentran figuras de reconocido prestigio como Francisco Nieva, con bocetos para ‘La vida es sueño’, José Tamayo, Miguel Narros, Vitín Cortezo, Emilio Burgos, Francisco Nieva, Andrea D’Odorico, Vicente Viudes, Sigfrido Burmann, o Xavier Albertí, con una dramaturgia más actual como con ‘El gran mercado del mundo’.
De otro lado, la exposición también está compuesta por acuarelas, maquetas, y de una interacción sensorial, para lo cual se han creado unos habitáculos donde se pueden oler algunos de los olores típicos que había durante la celebración de la fiesta del Corpus Christi, como el incienso, la mirra o el cedro. Además, dentro de otros espacios, se puede ver, a través de paneles lenticulares, unos ventanales en donde se refleja una fotografía de la Plaza Mayor de la villa de Madrid y, en la que, según sea la perspectiva, el visitante podrá observar la representación de un auto de fe, de un auto sacramental o de una representación de teatro.
Se trata, en definitiva, según indica la Compañía Nacional del Teatro, de mostrar una aproximación contemporánea a los autos sacramentales y en donde, sin perder el rigor académico que requiere, se pueda comprobar la modernidad del discurso de Calderón de la Barca. Para ello, en la muestra conviven obras originales del Museo Nacional del Teatro, con otras de diferentes instituciones que han colaborado en su puesta en marcha.
La cena del Rey Baltasar
Por su parte, la directora gerente del Museo Nacional del Teatro, Beatriz Patiño Lara, indica que una de las joyas de la exposición guarda relación con el año 1953 y se hizo en el Vaticano para homenajear al Papa Pío XII y en la que se interpretó la obra ‘La cena del Rey Baltasar’, convirtiéndose en “la representación más importante que se hizo sobre esta obra’.
En este sentido, explica que los trajes utilizados para la ocasión guardaban algunas diferencias respecto a los que se emplearon en la misma obra del año 1940, a pesar de ser el mismo figurinista, puesto que “en la interpretación para el Papa Pío XII iba dirigida a un público eclesiástico, por lo que tuvieron que ser más hieráticos y utilizar más metros de tela en el vestuario”.