Francisco J. Otero
Almagro
Una de las banderas de la campaña del socialista Daniel Reina a la alcaldía de Almagro fue la rehabilitación del silo como espacio para los jóvenes. Algo menos de dos años después de alcanzarla, si bien en minoría, Reina presentó ayer la reforma del antiguo almacén de cereales, que será inaugurado este sábado como “Palacio” del Carnaval, sustituyendo al vetusto almacén anterior. La intención del equipo de gobierno es que el nuevo silo se convierta en una referencia para la cultura y las celebraciones más multitudinarias. En la planta baja se ha habilitado una barra y se pueden llevar a cabo conciertos y actuaciones de todo tipo. Fuera, también hay un escenario para los largos meses de verano. Además, en la primera planta se han acondicionado dos salas: una, insonorizada, para los ensayos de los grupos locales que los soliciten; y otra que está destinada, en principio, a almacén.
La reforma del silo encajero abre una puerta a la de muchos otros que jalonan el paisaje de nuestras localidades, edificios en busca de un uso que los rescate. “La rehabilitación ha sido posible gracias a la colaboración de las instituciones”, remarcó el primer edil almagreño, Daniel Reina, que estuvo acompañado por el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, y la delegada de la Junta, Carmen Olmedo, además de por el director provincial de Economía, Empresas y Empleo, Agustín Espinosa, y del diputado de Cultura y Deportes, David Triguero. Reina, que siendo un adolescente recordaba haber llevado trigo al silo, recordó que el silo se utilizaba de almacén, pero que se encontraba en muy mal estado. “No podíamos permitir que hubiera un sitio tan feo en Almagro”, aseguró Reina.
En el Plan de Obras de 2016, la Diputación destinó 67.000 euros para la remodelación del silo. Eso, junto con los planes de empleo de la Junta y de la institución provincial, además de la participación de los trabajadores del Ayuntamiento, hizo posible que la reforma del silo sea una realidad.
“Esta actuación tiene mucho que ver con lo que estamos haciendo en Almagro”, contextualizó Caballero, “a la que estamos poniendo guapa. Almagro es una referencia en Castilla-La Mancha, la puerta de entrada turística, junto con Infantes y Almadén, a nuestra provincia, y necesitaba un impulso que está teniendo lugar desde 2015”.
Festival de Almagro
Caballero también glosó el buen año turístico que había tenido la localidad encajera y adelantó que este año, en el que se cumple la 40ª edición del Festival de Almagro, las instituciones se habían comprometido a aumentar la asignación financiera al mismo y que la Diputación ya lo había hecho, aumentándola en un 15%, hasta situarse en unos 300.000 euros. El presidente de la institución provincial también especificó que seguirá colaborando con la localidad en diversos proyectos, como el adecentamiento de las calles o la construcción de una ronda verde, según el acuerdo al que llegó el Ayuntamiento con Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
“A veces”, finalizó Caballero, “los políticos tenemos obsesión por hacer nuevos edificios y Almagro es un ejemplo de cómo hay que recuperar lo antiguo”.
Por su parte, Carmen Olmedo recordó que la idea del equipo de gobierno municipal se ha podido llevar a cabo tras la cesión de uso del edificio por parte de la Junta que se hizo pública en septiembre de 2015, cuando el Ejecutivo de García-Page celebró un Consejo de Gobierno en Almagro. Además, Olmedo cifró la apuesta del gobierno regional por Almagro en más de 878.000 euros. Y garantizó que ese apoyo se iba a mantener, animando a Reina a que siguiera planteando proyectos, “aunque Daniel es de los alcaldes que no necesitan que le animemos, desde luego”.
Los silos
Los silos estaban gestionados por el SENPA, el Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), creado en 1971 como sucesor del Servicio Nacional de cereales, que nació en 1968 para suceder, a su vez, al Servicio Nacional de Trigo. En los años 80, la mayor parte de los silos quedaron sin uso, prácticamente abandonados. Desde entonces en algunos lugares de España se ha tratado de encontrarles un uso, casi siempre relacionándolos con la cultura y la juventud.