El movimiento de tropas, soldados y los últimos modelos de helicópteros militares que muchos ciudadanos han observado estos días por Almagro obedece a una arriesgada maniobra de asalto aéreo que moviliza desde el viernes pasado a 700 soldados de unidades de toda España, integradas en las división San Marcial del Ejército de Tierra, entre ellas el Batallón de Helicópteros de Ataque (Bhela I) con base en Almagro.
Almagro, por su situación geográfica y capacidad logística para montar tiendas de campaña e intendencia, es la base de operaciones de un ejercicio “arriesgado y complejo”, según los oficiales responsables, que se desarrolla en otros dos escenarios operativos: el centro de adiestramiento de Chinchilla (Albacete) y el campo de tiro de los Alijares (Toledo).
Preparando el asalto nocturno a Estonia
La operación es ficticia pero podría ser real. Las tropas de la división San Marcial tienen que hacer un asalto nocturno, rápido y extremadamente peligroso, en una ciudad de Estonia (país inventado ocupado en su parte norte por el Ejército de Bothnia) para tomar el control, algo que requiere de fuerza física, estrategia y capacidad técnica.
“Se trata de buscar la sorpresa y para eso es fundamental que las operaciones sean nocturnas”, explica el comandante Alfonso Boo, jefe de comunicación de la Brigada Paracaidista Almogávares VI (Paracuellos del Jarama, Madrid) que lidera la operación de despliegue. A ella pertenece el grueso de la fuerza, cuatrocientos soldados paracaidistas, que en este caso no saltan sobre el objetivo, sino que viajan en modernos helicópteros de transporte de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet), con la protección de los formidables helicópteros de ataque Tigre de Almagro.
Ataque simulado a Calatrava la Vieja
El entrenamiento, que se prepara con mimo desde hace tres meses, ha llegado a la fase crítica este miércoles, con una primera oleada del ataque aéreo, simulado, hasta el yacimiento de Calatrava la Vieja (Carrión), previa al asalto final que comenzará esta noche sobre el campo de tiro de los Alijares, en Toledo y finalizará el viernes.
“Nosotros nos preparamos para el escenario más demandante: desplegar un grupo táctico paracaidista por medio de una operación de asalto aéreo, esto es una operación muy compleja, que implica muchos medios, mucho personal y mucha preparación previa que no se ve”, agrega Boo, de esta manera la división estará adiestrada para situaciones más sencillas.
El mayor realismo posible
El realismo en este entrenamiento denominado Martial Resolve 21 (el más importante del semestre desde que integraron nuevas unidades operativas en la división San Marcial) se ha cuidado al detalle. Desde quién monta primero en un helicóptero, cómo se hace y el material de combate y pertrechos está guionizado.
También importa que las tropas de oposición, es decir, los enemigos, hagan bien su papel para ponérselo difícil a los asaltantes. De todo ello se sacarán conclusiones muy provechosas para la seguridad nacional y de las alianzas internacionales en las que se mueve España.
“La capacidad que tenemos de volar de noche con la brigada paracaidista nos proporciona una ventaja respecto a fuerzas convencionales que no sean tan modernas y no tengan esos medios”, recalca Boo.
Ahora es ficción, pero podría ser Mali
El director del ejercicio es el coronel Santiago Fernández Ortiz-Repiso, ahora segundo jefe de las Famet y exjefe del Batallón de Helicópteros de Almagro, está satisfecho en líneas generales del despliegue de la primera oleada de asalto.
Ahora es ficción pero no hace tantos años, en 1999, él mismo se vio inmerso en una situación parecida en Kosovo, en una misión liderada por la OTAN y dentro de poco, en este año, fuerzas de las Famet estarán en el peligroso Mali, entrenando a la fuerzas gubernamentales contra las células terroristas y grupos armados que campan por el norte del país, “siempre tenemos que estar desplegados para estar a disposición del jefe del Estado Mayor de la Defensa, en aquellos planes y operaciones de carácter nacional e internacional que lo requieran”, puntualizan Ortiz-Repiso al regreso del primer grupo de asalto a Calatrava la Vieja.
“El ejercicio va muy bien”
El coronel Javier Betolaza es el jefe de la Agrupación Táctica de Asalto Aéreo que da sus primeras impresiones del ensayo en el ‘pase’ para la prensa y los mandos del Ejército de Tierra que se han desplazado este miércoles a Almagro a seguir de cerca el final de las maniobras (finalizan el viernes). “El ejercicio va muy bien. Lo llevamos desarrollando desde hace tres meses y para nosotros eso ya es instrucción. El ensayo era fundamental, el martes hicimos un ensayo sobre el mapa ahora sobre el terreno hemos tenido que hacer movimientos y cuando nos reunamos con el grupo táctico y terrestre seguro que sacamos alguna incidencia. El objetivo es hacer la mejor operación posible”.
Todos concentrados
Como en este tipo de maniobras de alta complejidad del Ejército está en juego mucho esfuerzo y dinero en combustible y recursos. Ahora se puede ensayar y corregir errores, en un conflicto real cualquier fallo puede suponer incluso la pérdida de vidas, de ahí la concentración de tropas y unidades en cada movimiento.
700 soldados movilizados
En el Martial Resolve 21, que ha movilizado a unos setecientos soldados y dicisiete helicópteros de las Famet (entre ellos varios helicópteros Tigre de combate de Almagro) se ha planificado sobre todo para integrar bajo un mismo mando a todas las unidades de la división San Marcial, Famet (con el batallón de Almagro), Brigada Paracaidista, el mando de Operaciones Especiales, el mando de Tropas de Montaña, el Regimiento de Operaciones de Información (la inteligencia de la misión), además de apoyos puntuales de la Agrupación de Sanidad y del mando de Transmisiones del Ejército de Tierra.
En esta semana en Almagro con la tropa habitual de la base ciudarrealeña se han mezclado acentos y capacidades de militares de todo el país venidos desde sus cuarteles generales en Paracuellos y Colmenar (Madrid), Sevilla, Murcia, Pamplona, Jaca, Valencia y Logroño.