El Obispado de Ciudad Real, como propietario del Convento de la Asunción de Almagro, ha aclarado que el Cristo de las Aguas se encuentra expuesto al público en el Museo Diocesano y que recientemente fue retirado de su antigua ubicación en dicho espacio almagreño, con el fin de mejorar las condiciones de su conservación ante el “lamentable estado” que presenta hasta una futura restauración.
Así lo ha dicho en una nota informativa, con la que la institución religiosa ha querido responder a un escrito del presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Almagro, José Antonio Barrajón (según el Obispado), difundido en los últimos días por redes sociales, que denunciaba “otro expolio de los responsables de la Iglesia Católica” del “patrimonio artístico” del convento, ahora en venta.
Esa nota recordaba que la Orden de Frailes Predicadores (Dominicos), propietaria del convento hasta hace dos años cuando lo abandonó por falta de vocaciones, retiró el Cristo de la Misericordia “sin dar explicaciones”, y “la semana pasada desapareció la imagen del Cristo de las Aguas” en similares circunstancias.
Por ello, pedía a la población a “no estar de brazos cruzados ante tal saqueo de la imaginería más valiosa que posee la ciudad”, a la vez que instaba a las instituciones locales a que “reivindicaran y reclamaran lo que es de Almagro”.
Ante estas acusaciones, el Obispado de Ciudad Real ha salido al paso y ha querido puntualizar estas “graves afirmaciones”, a la vez que ha lamentado “profundamente” el tono “provocativo, de sospecha, populista y ofensivo” que utiliza “quien se dice que es presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Almagro”.
El Obispado, como propietario actual del recinto religioso, considera que Barrajón tendría que haberse dirigido directamente a la institución, que le habría informado “del lamentable estado en que se encuentra la imagen del Cristo de las Aguas”, y que ha trasladado “por el interés de su conservación, cuidado y futura restauración”.
Tampoco entiende que un representante de una institución eclesial, haya denunciado públicamente la desaparición de la imagen de un Cristo, “sin haberlo comunicado con anterioridad” a la institución.
Sobre el «supuesto» abandono del convento que comenta el denunciante, el Obispado responde que “sólo está cerrado” y “en las mismas condiciones” que registraba cuando residían los monjes Dominicos. “Basta que pregunte en la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura, indican, para comprobar que el Obispado tiene solicitadas obras de reparación del templo, y que aún no ha sido concedido el permiso para ejecutarlas”.
La institución también señala que “falta a la verdad” cuando dice que el Obispo se negó a que asociaciones de fieles de Almagro se encargaran de “su mantenimiento y apertura al culto”, dado que la propuesta que le hicieron fue sólo de que hubiera cultos
Por último, el Obispado lamenta que el denunciante «se atreva a enfrentar a la comunidad eclesial con sus legítimos pastores».
«No es que se hagan llamar pastores, es que lo son, y el Obispo es el pastor propio de la Iglesia de Ciudad Real, y los sacerdotes, sus colaboradores, presiden las comunidades cristianas», han puntualizado.